» La seguridad le cuesta al país más de 2,200 millones de dólares. Empresarios invierten gran parte de su capital en el pago de vigilancia privada para distribución de productos, sin incluir pérdidas por la "renta"

Sin estar definido el nuevo impuesto a los "grandes capitales", los costos de seguridad privada en El Salvador son de los más altos de Centroamérica, como resultado de los elevados índices de homicidios, las pandillas, el narcotráfico y las bandas criminales que operan en el territorio.

Según estimaciones de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), hay 40 mil agentes de seguridad privada, casi el doble de la planta de la Policía Nacional Civil. La cifra duplica el número de miembros inscritos hace cinco años. El costo general de seguridad que incluye al sector privado y público es de aproximadamente 2,200 millones de dólares, lo que representa entre un 10 y un 11 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), según la ANEP y la Cámara Americana de Comercio de El Salvador, (Amcham).

Sólo el sector empresarial gasta entre 500 y 600 millones de dólares anuales.

Según Amcham, el gasto financiero del sector privado en seguridad representa de un 10 a un 15 por ciento del presupuesto general de operaciones cada empresa debe invertir.

La Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) ha calculado en $125 diarios, el costo de dar seguridad a cada contenedor de productos que transportan por las carreteras salvadoreñas.

Este cargo no incluye el gasto por adquisición de tecnología como localizadores o dispositivos de posicionamiento global (por sus siglas en inglés GPS), cámaras de video vigilancia instaladas en cada vehículo y los centros de monitoreo que funcionan en cada empresa para dar seguimiento en sus rutas a los distribuidores de mercadería.

Por su alto valor estos recursos tecnológicos solo han sido instalados en un 20 por ciento de los distribuidores o furgones, según estimaciones de Nelson Vanegas, presidente de la Asociación Salvadoreña de Empresarios del Transporte de Carga (Asetca).

A estos costos se suman las exigencias por extorsión, "renta" y robos que grupos delincuenciales perpetran contra los distribuidores o furgones. Para los empresarios, este costo hace al país menos competitivo para nuevas inversiones.

Carmen Aída Muñoz, ejecutiva de la Amcham, manifestó que los costos de seguridad es un tema complejo, porque involucra demasiados actores. "Se están haciendo esfuerzos de la Policía para el combate de los delitos como homicidios, que mayor impacto causa en la sociedad, pero también hay otros como las extorsiones o la "renta" que son de un alto costo y en los cuales no tenemos los niveles de denuncia que necesitamos", puntualizó la ejecutiva.

A juicio de Muñoz, es necesario también que la Fiscalía General de la República profundice en la investigación del delito para fortalecer las pruebas contra los imputados.

Además urgió al sistema judicial que imparta justicia contra los delincuentes capturados. Lo mismo sostuvo del sistema penitenciario que ya sobrepasa sus límites, casi 25 mil presos en 19 penales.

Según el Ministerio de Justicia y Seguridad a diario se realiza un promedio de 160 capturas por distintos delitos; los más frecuentes son homicidio, extorsiones, robos y violaciones, entre otros. "Pero a este ritmo que vamos no hay sistema penitenciario que resista", reconoció el ministro Manuel Melgar.

La unidad de Robo y Hurto de Vehículos de la Fiscalía ha establecido que en el país por día se roban nueve automotores con mercadería, dos más que el año anterior, y un estudio desarrollado en 111 países por Latin Business Chronicle, consultora del Banco Mundial, reflejó que las compañías salvadoreñas pierden el 2.8 por ciento de sus ventas en robos o vandalismo, el cual se considera como el porcentaje más alto de Latinoamérica.

La investigación también evidenció que el 47.83 por ciento de los empresarios estima que el crimen, el robo y el desorden son las restricciones más serias para hacer negocios.

Según el índice de Desarrollo Global de la Competitividad (IGC), del Foro Económico Mundial, El Salvador redujo su categoría de seguridad en cinco puestos de 2009 a 2010 para situarse en el lugar 74, debido a los altos índices de violencia y delincuencia, y dejó de ser atractivo para inversionistas extranjeros.

Pero la esperanza es la última que se pierde, afirmó Carlos Avilés, director del Grupo Centroamericano de Control de Riesgos (GCR), entidad que brinda consultoría a la Asociación de Distribuidores de El Salvador (ADES) y la Asociación de Avicultores de El Salvador (Aves). Gracias a sus sistemas de seguridad y el empleo de tecnología de última generación, han reducido el impacto de la delincuencia.

 

FUENTE: www.elsalvador.com