Delincuentes violentaron la puerta del comercio y llegaron hasta la caja de seguridad, de donde sustrajeron la importante suma. Creen que actuaron con un dato preciso.

"El que lo hizo vino derecho y sabía lo que iba a llevarse", opinó el dueño de una farmacia del microcentro, donde ayer a la madrugada ingresaron ladrones que se llevaron entre 90.000 y 100.000 pesos que había guardados en la caja de seguridad.

Víctima del hecho resultó Miguel Monteros, propietario del comercio que lleva su nombre y está ubicado en Zelarrayán 122, a pasos de la Plaza Rivadavia.

"A las 3.06, la empresa de seguridad privada recibió el aviso de que se había activado la alarma, luego de que rompieran la puerta de vidrio del negocio. A las 3.11 estaba el patrullero acá y los tipos ya se habían ido", expresó el damnificado a un cronista de "La Nueva Provincia".

Monteros dijo desconocer cómo fue que los malhechores destrozaron la puerta, ya que "es de blindex y resistente, pero no encontramos nada y no sabemos con qué la rompieron".

Consideró que los autores actuaron con un total conocimiento de las instalaciones y que sabían dónde estaba la caja con el dinero.

"Con las luces apagadas fueron derecho hasta la caja fuerte. La gente que vino sabía lo que hacía, porque no es fácil de encontrar y está muy escondida, no tenés forma de encontrarla si no sabés", indicó.

También se mostró asombrado por la rapidez del operativo y comentó que los desconocidos también tenían definido de antemano cuál era el botín.

"Estaba la caja registradora de la farmacia con plata, había dinero en el escritorio y no tocaron nada de eso. Fueron directamente a la caja", afirmó.

Especuló con que el dato sobre la existencia de esa suma debe haber partido de algún conocido.

"Es muy corto el entorno y no es muy amplio el lado por el que se debe buscar. Esto te mata, porque es gente conocida y sabés que una cosa así no se la contás a todo el mundo", dijo.

Desconfianza en los bancos

Monteros declaró que el dinero sustraído lo tenía destinado para realizar unos pagos y lo guardó en la farmacia por la desconfianza que guarda hacia los bancos, luego de la crisis económica de 2001.

"Me agarró el corralito con unos ahorros y en ese momento me partió al medio. Tenía que ahorrar una plata para pagar algo y había dicho que no lo ponía en el banco ni loco, pero pasan estas cosas por tenerle miedo al banco", reflexionó.

E insistió en que "molesta que esto haya sido realizado por alguien conocido. Un ladrón cualquiera entra, roba la plata de la caja y se va".

"Ya está hecha la denuncia --agregó-- y brindé algunos datos a la policía. Ahora voy a ver en la fiscalía y con un abogado para ver qué puedo hacer".

Por último, el comerciante sostuvo que no había sufrido hechos de inseguridad anteriormente, y que nunca imaginó ser víctima de un episodio como el de la víspera.

"Es la primera vez que me pasa, pero ahora me pasó por todas las que no me pasaron anteriormente", finalizó Monteros.

FUENTE: www.lanueva.com