La seguridad privada genera unos 14.600 puestos de trabajo. De ellos, existe un porcentaje muy importante que roza la línea de pobreza.

Los salarios son el gran debe del sector. Un empleado de seguridad gana $ 31 por hora, en tanto un Policía gana prácticamente el doble. El sector de la seguridad privada es uno de los más sumergidos en cuanto a salarios. En las empresas irregulares es muy común que el empresario se quede con la mayor parte de lo recaudado, y pague muy poco a sus empleados. En cuanto a la capacitación, los policías superan a los guardias de seguridad, en cuanto a la cantidad y calidad de la misma. 

Para los primeros los cursos de preparación duran seis meses, en tanto para los segundos es de unas 28 horas. Los primeros realizan prueba física para ingresar y en cada curso de pasaje de grado, en tanto los segundos no deben rendir pruebas físicas. El servicio por artículo 222, le cuesta menos al contratante, y el policía percibe mejor remuneración. No hay dudas de que el servicio policial es competitivamente mejor que el que brindan los servicios privados de seguridad y vigilancia. 

Las empresas que cobran menos de $ 80 por hora por un servicio de vigilancia, se presumen irregulares, ya que con ese monto no logran cubrir los costos de cargas sociales y otros asociados a la habilitación, como el curso de tiro, que cuesta entre $ 800 y $1.000 pesos; los uniformes, que cuestan entre $ 2.000 y $ 3.000 cada uno, y el trámite de habilitación en el Ministerio, que es de unos $ 830 a valores actuales. 

El gobierno con el presupuesto quinquenal aprobado, no previó ninguna política en cuanto a la generación de empleos para los prestadores de servicios de seguridad privados. Además no cuenta con un plan B, en caso que los privados no puedan absorber las tareas que dejarían de cumplir los policías a irse eliminando el servicio 222. 

En ese caso que pasara cuando implementado el presupuesto, tengan que asumir el cumplimiento de más de 75.000 horas mensuales de vigilancia que pasaran del sector público al privado. Con los montos que se pagan no va a ser fácil conseguir personal medianamente especializado y/o capacitado. 

Por otra parte es injusto que sean los propios policías, los que deban pagar para tener una menor carga horaria de trabajo, cuando además ese costo repercute directamente en el ámbito de su familia, que va a ver disminuidos sus ingresos. Por lo menos entendemos que esta fue una medida tomada en forma apresurada que sin dudas no va a satisfacer ni a los policías ni a los privados. Pero la gran victima va a ser la sociedad, porque la seguridad se va a resentir aun más. No esta bien y es injusto.

 

FUENTE: www.coloniacom.com