La ola de asaltos y robos continúa en la región de Tula.

Sin ningún obstáculo, grupos de malandrines perpetraron dos atrevidos ilícitos.

Las víctimas de la delincuencia interpusieron formales denuncias ante las autoridades competentes.

Inicialmente, Pablo Antonio Rodríguez Gálvez explicó que labora como chofer vendedor para la empresa Trébol de San Juan, dedicada a la venta de quesos.

Aproximadamente a las 11:45 horas, dijo, transitaba solo por la carretera Jorobas-Tula, a bordo de una camioneta Toyota, color blanca.
A la altura de Praderas del Potrero, en Atotonilco de Tula, detuvo la marcha de la unidad para revisar las llantas.

Cuando iba a subir nuevamente a su automotor, señaló el agraviado, sorpresivamente se detuvo un auto blanco, del cual bajaron rápidamente dos sujetos que empuñaban armas de fuego.

Con amenazas de muerte, los delincuentes se llevaron a su víctima a bordo de su automotor y, tras varias horas de andarla "paseando", la dejaron abandonada en un sitio despoblado, cerca de San Pedro Alpuyeca.

Se llevaron la camioneta que iba cargada con 600 kilogramos de finos quesos, valorados en casi 30 mil pesos.

Por otra parte, José Guadalupe Cervantes dijo ser guardia de seguridad para la empresa Eulen.

Entre sus funciones está vigilar el ferrocarril que atraviesa por esta región..

Refirió que fue informado, al igual que otros vigilantes, que el tren estaba detenido en la estación de Carrasco, en Tezontepec de Aldama, al parecer porque fueron vandalizados los cables de corriente.

Al acudir rápidamente al sitio y revisar la mole de hierro, notó que de un contenedor faltaban 35 cajas que contenían whisky Red Label.

Avisó sobre el ilícito a sus superiores, quienes le aconsejaron que denunciara el hurto ante las autoridades ministeriales.

 

FUENTE: www.oem.com.mx