Dos veces en agosto fue atracada Andrea Grimaldo, estudiante de psicología de la Universidad del Bosque, en las  inmediaciones de la institución, ubicada  en la calle 134 entre carrera 7a y 9a.

A pesar de la existencia del Caí Lisboa, localizado en la calle 130 con carrera 7a, la estudiante afirma que tanto la Policía Nacional como los mismos celadores de la institución no han desplegado una acción eficaz para contrarrestar esta problemática.

Aunque las cifras emitidas por el Centro de Estudio y Análisis en Convivencia y Seguridad Ciudadana reflejen otro panorama en la localidad de Usaquén, donde el hurto a personas ha disminuido en 2,1 % con respecto al primer semestre del 2010, muchos robos no son denunciados ni percibidos, tal y como lo afirmó una fuente policial del sector.

La inseguridad radica en la cercanía en que conviven los estratos 1 y 2 a los estratos 5 y 6, pues la desigualdad se hace cada vez más notoria, según Marcela García, candidata a Edil  por la Junta Administrativa Local de Usaquén, quien ha recibido quejas e informes de estudiantes y residentes.

Entrevista a Marcela García, Candidata a Edil por la Localidad de Usaquén


JLS: ¿Sabe usted si la inseguridad en los alrededores de la Universidad del Bosque ha aumentado?

MG: Sí, a pesar de la seguridad privada que vigila el campus y la universidad, yo he recibido varias quejas e informes de parte de la comunidad no solo estudiantil sino residente a las cercanías de la Universidad del Bosque respecto al incremento de los robos simples en sectores aledaños a la Universidad.

Esa situación es comprensible porque una vez que la comunidad estudiantil trasciende los límites del campus y de la Universidad se convierte en grupo vulnerable que en la mayoría de los casos porta elementos de alto valor adquisitivo como computadores portátiles, calculadoras científicas, instrumentos de medicina, celulares, dispositivos de radio entre otros.

Circunstancias como esa son sumamente atractivas para  que pandillas y pequeños grupos criminales se trasladen desde  los barrios de bajos recursos, ubicados en los cerros de Usaquén a las zonas universitarias como la de la universidad del Bosque para delinquir bajo la modalidad de robos simples o con arma blanca y después migrar a sus barrios de origen.

Este fenómeno, evidencia  que las actuales políticas de seguridad en la localidad no son adecuadas para contrarrestar dichas prácticas delincuenciales y el pie de fuerza policial no es suficiente para hacer presencia permanente en determinadas zonas y hacerle frente a los criminales.

JLS: ¿Como candidata a Edil de Usaquén, que propuestas tiene para erradicar o contrarrestar la inseguridad en esta localidad?

MG: Teniendo en cuenta que la mayoría de los oficiales y patrulleros que prestan sus servicios a la localidad de Usaquén son asignados a zonas de alta delincuencia, en UPZ como San Cristóbal norte, Paseo de los Libertadores y Verbenal, es necesario implementar mecanismo alternativos de seguridad que se articulen con las políticas actuales de seguridad que maneja tanto la alcaldía local como la policía nacional.

Algunos de estos mecanismos se refieren al uso de cámaras de seguridad y puestos de vigilancia como los implementados en barrios como Jardín norte y multicentro. También se refieren a esquemas de colaboración en seguridad como los implementados por las universidades de los Andes y Jorge Tadeo lozano en el centro de la ciudad.

Propuestas como las de las carpas seguras, instaladas en la calle 102 con avenida 15 involucran a la comunidad de manera activa con las autoridades locales que tiene bajo su responsabilidad velar por la seguridad de la localidad.

JFS: En materia de seguridad, ¿cree usted que la Junta Administrativa Local de Usaquén ha realizado una adecuada gestión?

MG: Sinceramente no lo creo,  Yo he sido víctima de los ladrones en la 116 con 15, mis familiares han sido víctimas de robos a los automóviles en la calle 122 con 19, amigos y conocidos han sido víctimas de robos en cajeros y bancos y para terminar cada vez es más frecuente oír hablar de secuestros y  atracos residenciales.

Si bien la junta administradora Local ejerce un control y vigilancia sobre la forma en que la alcaldía local  ejecuta las políticas de seguridad, la sensación que tenemos hoy en día es que ese control y vigilancia no se está haciendo de manera eficiente pues cada vez más nos sentimos inseguros en zonas que antes considerábamos  seguras.
Sumado a lo anterior, la falta de comunicación entre los ediles y sus representados, evidencia una deficiente gestión por parte de la Junta Administradora Local.

Sin embargo es preciso aclarar que las Juntas Administradoras Locales si tienen las herramientas jurídicas y administrativas para controlar, exigir y fiscalizar que los recursos utilizados para la seguridad de la localidad sean asignados adecuadamente, es decir para las zonas que los requieren y ejecutados eficientemente.

Por otro lado, la percepción de inseguridad ha crecido en los alrededores de la Universidad del Bosque, pues han sido muchas las personas que me han manifestado el creciente temor de caminar en sectores donde antes lo hacían con tranquilidad.

 

FUENTE: www.eltiempo.com