Un sargento de la Policía Federal y el dueño de una agencia de Seguridad Privada, ambos de la Capital Federal, fueron detenidos en Santa Rosa el fin de semana. Están sospechados de realizar un minucioso trabajo de espionaje contra una joven de 22 años, madre de un bebé. El pequeño habría nacido de la relación de su madre con un joven porteño, hijo de una familia "muy pudiente", propietaria de una financiera.
La Policía recabó datos que indicarían que los abuelos paternos del bebé son quienes habrían contratado los servicios de espionaje. Esa actividad, sin una orden judicial de por medio, constituye un delito. Los "espías", de 35 y 40 años, se encuentran detenidos en las instalaciones de la Seccional Primera. La causa está en manos del fiscal Mauricio Piombi.
Los acusados llegaron a la ciudad en un Chevrolet Corsa. El viernes a la noche se hospedaron en el Hotel Caldén, sobre la ruta 5, en el kilómetro 606. Al otro día, por la mañana, cuando se fueron de allí, dejaron olvidada una carpeta. La misma tenía en su interior fotografías y documentación relacionada con la joven. 
Lo extraño de la situación llevó a que los propietarios del hotel se comunicaran con la Policía para entregar la carpeta. Ese mismo día, cuando los visitantes regresaron a buscarla, efectivos de la policía provincial los demoraron y pusieron a disposición de la Justicia, desde donde ordenaron la detención de ambos.
Desde la Primera informaron que los "espías" contaban con abundante material fotográfico de la joven, realizado en la ciudad. Había imágenes de la joven con el bebé ingresando y saliendo de los lugares que frecuentaba, como las viviendas de sus padres, abuelos, otros familiares y amigos. La joven habría trabajado en la financiera de sus ex suegros y desde hace un tiempo venía sufriendo amenazas.
Ayer, enterada por las autoridades policiales de la detención de los dos hombres que la seguían y fotografiaban, radicó una denuncia en la misma seccional.

Operativos.
Tras una orden del fiscal Piombi, los efectivos realizaron una requisa en el Corsa donde incautaron cargadores de pistolas 9 milímetros, mapas (uno dibujado a mano y otro de la ciudad con distintos puntos específicos marcados), más fotos de la joven, anotaciones y, entre otros elementos, una filmadora de alta definición disimulada en un llavero. El vehículo había sido alquilado en Capital Federal.
La autoridad judicial también ordenó allanar una habitación del Hotel Calfucurá, donde se habían hospedado los sospechosos tras abandonar el otro alojamiento. Allí la policía encontró tres pistolas 9 milímetros con sus respectivas tarjetas de tenencia, varios cargadores más (todos llenos), más fotos y anotaciones, una filmadora y un rollo de cinta de empaque.
En todas los operativos, con el personal de la Primera colaboraron sus pares de la Delegación Santa Rosa de la Policía Federal. Luego de esas diligencias, Piombi notificó en libertad a los sospechosos. Una fuente policial consultada por este diario no ocultó su sorpresa por el nivel de preparación de los involucrados: "tenían demasiados proyectiles, uno de ellos tiene prácticas de tiro en Estado Unidos, nos llama la atención", indicó.
También trascendió que la víctima del seguimiento se habría encontrado en los días previos con el padre de su bebé. Allí el hombre habría estado acompañado por un custodio, cuyas características físicas coincidirían con las de uno de los acusados.

FUENTE: www.laarena.com.ar