Pagan seguridad en asentamiento
Los pobladores del área, de escasos recursos, deben pagar Q60 mensuales para contratar a guardias y mantener una garita en el ingreso al barrio.


Desde hace 3 meses los vecinos del asentamiento 17 de Diciembre, en el área de El Mezquital, zona 12, decidieron instalar una garita de seguridad y pagar una empresa privada para evitar los atracos y extorsiones de los que eran víctimas.



El envío de cartas para cobrar Q10 mil a cambio de que no los ataquen los miembros de la Mara 18, que viven en otros asentamientos cercanos, fue lo que motivó a los vecinos a organizarse para instalar una garita en el acceso principal y contratar seguridad privada.



El problema que ha surgido es que una parte de las 310 casas que son parte del asentamiento no pagan la cuota mensual para seguridad. Un vecino, que prefiere omitir su nombre, afirmó que el monto a pagar no rebasa los Q60, pero para muchos es difícil reunir esa cantidad.



Por ahora, los dueños de unas 200 viviendas son los que cubren el gasto de seguridad, pero lo que se recauda es insuficiente para pagar los guardias y finalizar la construcción de la garita. El asentamiento se encuentra en una de las áreas rojas de Villa Nueva, al lado de lugares como Villalobos y El Mezquital donde operan pandillas juveniles. “Yo no entro a dejar el producto desde que colocaron la garita, porque le impiden el paso al guardia que me acompaña”, dice un repartidor de bolsas de golosinas.



El asentamiento se encuentra cercano a la colonia Castañás, donde en julio del año pasado se registraron los mismos incidentes y los vecinos recurrieron al cobro de una cuota para seguridad, luego de varios meses de realizar patrullajes.



Con la presencia de los guardias privados y acciones como colocar una talanquera en el ingreso del asentamiento, entregar carnés a los vecinos y marbetes para los vehículos se ha reducido el nivel de delincuencia, afirmó.



Gerson Oliva, director de la PNC, dijo desconocer este caso, pero que la instrucción que tienen los agentes es “entrar a todos los lugares, incluyendo áreas cerradas” para supervisar y dar seguridad a toda la población.



Carmen Rosa de León, directora del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (Iepaes), dice que el cierre de colonias y el pago de seguridad privada no garantiza la reducción de la delincuencia.



En el caso del asentamiento, la situación se vuelve más complicada, refirió De León, debido a que las condiciones precarias de las personas que viven allí hace más difícil que paguen una cuota de seguridad.

FUENTE:elPeriódico (Guatemala)