Argentina:Ni guardia privada ni más policías después del "gran golpe" en Irigoyen
El jefe comunal graficó la situación en la que se encuentra el pueblo tras un raid delictivo que incluyó el Juzgado de Paz, un puesto de cobranza de servicios, la comuna, el correo y hasta la comisaría.
Nada, che. Decí que los muchachos de la Guardia Rural Los Pumas nos dan una mano, porque en la policía seguimos con una sola guardia”. Así, el jefe comunal de Bernardo de Irigoyen, Jorge Carcavilla, graficó la situación en la que se encuentra el pueblo a 15 días del golpe comando que sufrió, en un raid delictivo que incluyó el Juzgado de Paz, un puesto de cobranza de servicios, la comuna, el correo y hasta la comisaría.
El jefe comunal reveló que los asesores jurídicos del municipio desalentaron el proyecto de contratar seguridad privada, aunque aseguró que se trabaja en un proyecto alternativo que será elevado a la provincia “para que se expida. Pensamos en una policía comunal, pero es algo que tiene que trabajarse jurídicamente, porque no podemos meter la pata y proponer algo lleno de errores”, confesó.
Mientras tanto, en la comisaría “solamente hay una persona por guardia, porque a pesar de lo que vivimos, no tuvimos ninguna respuesta de las autoridades”, lamentó el mandatario en diálogo con La Capital.
La pesadilla. El viernes 4 de este mes, Bernardo de Irigoyen, una localidad de unos 1.700 habitantes ubicada a 97 kilómetros de Rosario, vivió una verdadera pesadilla. Cuatro delincuentes armados irrumpieron en el pueblo, neutralizaron la comisaría y cometieron asaltos a mano armada y con rehenes en distintas dependencias, incluida la misma comuna.
Tal cual lo publicó este diario en su edición del sábado 5, el maratón delictivo arrancó el día anterior a las 9 de la mañana, cuando los maleantes ingresaron en la comisaría, encerraron en el calabozo al subcomisario a cargo y un oficial de guardia, y emprendieron una seguidilla de atracos. Los ladrones, que eran cuatro e iban a cara descubierta, ingresaron al Juzgado de Causas Menores y le robaron la billetera al juez, Raúl Bonansea, quien quedó encerrado en el baño. El siguiente objetivo fue el puesto de cobranzas de Santa Fe Servicios, el “banquito”, como le llaman en el lugar, donde obligaron al encargado y vicepresidente comunal, Edgardo Maidana, a entregarles unos 100 mil pesos de la caja fuerte. Después lo tomaron de rehén y lo llevaron a la comuna, donde forzaron a la tesorera a entregarles el dinero que había en la caja fuerte. Allí, los delincuentes golpearon al jefe comunal, que recibió un culatazo en la nuca.
Pero es probable que el botín más buscado por los delincuentes fuera la oficina del correo, donde un nutrido grupo de jubilados esperaban para cobrar. Sin embargo, el camión de caudales, que traía una cifra aproximada al millón de pesos, no había llegado. En total, se calcula que se llevaron 250 mil pesos en su paso por la localidad, donde robaron lo que pudieron y huyeron en un Peugeot 206 gris, tomaron la ruta 41S y después la 11.
Advertida de la situación, la policía comenzó una persecución que terminó antes de que el auto llegara a Coronda, cuando chocó y quedó abandonado tras un intenso tiroteo. Los delincuentes huyeron, salvo Carlos Entivero, que permaneció en el vehículo gravemente herido y murió luego en el hospital José María Cullen, de Santa Fe.
Según pasan los días. Hasta ahí los hechos. El caso conmocionó a la localidad, donde por días no se hablaba de otra cosa. Después del golpe, Carcavilla, quien preside la comuna desde hace 22 años, decía públicamente que contrataría a una empresa privada de seguridad, y denunciaba que el pueblo “solamente cuenta con un policía por turno”.
Ayer, y en diálogo con este diario, el mandatario reconoció que los asesores jurídicos del municipios desalentaron la contratación de seguridad privada, cuyos empleados no pueden portar armas y representarían un servicio oneroso y no muy efectivo. En cambio, y aunque no ofreció muchos detalles sobre el tema, Carcavilla deslizó que se estudian jurídicamente alternativas para elevar a la provincia a fin de que las autoridades “se expidan”. En trazos generales, habló de una suerte de guardia comunal que pueda “portar armas”, aunque fue cuidadoso con los detalles porque “no puedo crear una ordenanza que tenga un montón de defectos. Quiero que la parte legal de la provincia se expida por escrito”.
Carcavilla es un hombre campechano, directo, que no pierde el sentido del humor y habla a boca de jarro. “No quiero pegarles más (a las autoridades provinciales), no vaya a ser que se me vuelva en contra. Decí que tengo a Los Pumas (Guardia Rural) que me dan una mano. A una chica que estaba en la comisaría le dieron licencia, otro está con parte de enfermo. Tengo a uno por guardia. Anoche estuve en la comisaría y había una chica (así llama siempre a las policías) que ni siquiera era del pueblo, sino de Coronda. Yo digo, si hay voluntad política esto se arregla en 24 horas”, descerrajó.
En cuanto a los habitantes, el jefe comunal aseguró que “los vecinos se cuidan un poco más”. Pero en definitiva, y después del gran susto, el pueblo va retomando su ritmo habitual de vida. “La gente está bien, y pienso que el golpe no era para nosotros, sino para el correo, que tenía que recibir un importe grande, pero el camión se demoró”...LEER NOTICIA COMPLETA.