Seguridad: otra promesa incumplida

No se puede decir que los ciudadanos están "locos" cuando dicen que el Perú se está volviendo más inseguro.

La inseguridad ciudadana es uno de los problemas que más preocupa a los peruanos y el gobierno no está tomando las medidas adecuadas para resolverlo. Según las últimas encuestas, a gran parte de la población le preocupa más la inseguridad que la pobreza y la corrupción. Es tanto así que según Datum el 75% de los peruanos quisiera que los militares colaboren brindando protección en las calles porque la Policía no se estaría dando abasto. Humala, a pesar de haberse vendido como un candidato militar y de "mano dura" ha fracasado rotundamente en acabar con el miedo que tienen los peruanos a los asaltos, robos y homicidios.

Lo más grave de todo es que la inseguridad ciudadana no parece ser sólo una percepción como alguna vez dijo un ministro. Si uno revisa los datos, lo que encuentra es que si bien la Policía señala que los homicidios no han subido, el Ministerio Público dice que los homicidios y los delitos se han incrementado rápidamente en los últimos años. Y el gobierno no ha aclarado de forma fehaciente estas cifras. No sabemos en cuál de las dos instituciones confiar, pero si algo está claro es que no se puede decir que los ciudadanos están "locos" cuando dicen que el Perú se está volviendo más inseguro. Las cifras del Ministerio Público avalan estos comentarios.

¿Y qué está haciendo el gobierno de Humala para combatir la delincuencia? No mucho en realidad. Como él mismo dijo en la entrevista que tuvo con Raúl Vargas, el Perú no ha logrado institucionalizar una política de seguridad ciudadana. Su gobierno ha hecho algunas cosas, pero ningún cambio real que vaya a perdurar. Salvo las posibles concesiones de los penales que ha anunciado Cateriano, sus últimas medidas son un saludo a la bandera o un retroceso. No es sólo que el 28 de julio no explicó una estrategia para combatir la inseguridad, sino que las medidas que anunció son sumamente cuestionables.

La nueva ley del sicariato, por ejemplo, es pura demagogia. Para empezar, hace tiempo que sabemos que sólo endureciendo las penas no se combate la criminalidad. El problema del Perú no es que no haya penas severas, sino que no se ejecutan. La Policía lamentablemente es una institución en la que hay mucha corrupción y que no es eficiente a la hora de hacer su trabajo. Con el Poder Judicial pasa lo mismo. Los policías desde hace bastante tiempo vienen quejándose de que cuando capturan a un delincuente luego el Poder Judicial los deja libres. Entonces, no basta con que ampliemos las penas, sino que se requiere de una reforma integral de las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley. De otro modo, la legislación es letra muerta y seguirá siendo ineficaz para combatir la delincuencia. (Aunque el delito del sicariato tiene otros problemas. Ver este informe)

Igual pasa con la nueva medida que impide a los policías usar su uniforme cuando están brindando servicios privados. Lo ideal sería que los policías sólo se dediquen a la seguridad ciudadana, pero lamentablemente están muy mal pagados y han sido abandonados por el Estado. A veces son asesinados y nuestras autoridades miran a otro lado. Si nuestros policías brindan seguridad privada es precisamente para sortear estos problemas y ganar un poco más de dinero con el cual mantener a sus familias. Quitarles el uniforme no sólo no tiene sentido (no reducirá la delincuencia ni mucho menos), sino que quizá haga que los contraten en menor medida con lo que el gobierno ahora los condena a vivir únicamente de lo poco que les paga. Es decir, los perjudica injustificadamente.

Cuando Humala ganó las elecciones prometió combatir la delincuencia en nuestro país. ¿Lo ha logrado? Según el Ministerio Público y los peruanos no lo ha hecho: es otra de sus promesas incumplidas. Por más que el Congreso le haya concedido poderes al Ejecutivo para legislar en materia de seguridad ciudadana, por lo que vemos hasta ahora no hay cambios importantes. Si Humala es el presidente que no pudo combatir la desaceleración económica, también es el jefe de Estado que en sus cuatro años no ha podido construir un país que los peruanos veamos como más seguro.


Fuente: altavoz.pe