China detectó en Shanghái y en otras zonas costeras del sureste del país materiales con radiactividad, aunque a niveles "extremadamente bajos" y no dañinos para la salud, según las autoridades.

Según recoge hoy la agencia oficial Xinhua, el Comité Nacional de Coordinación ante Emergencias Nucleares de China cree que se trata de radiactividad que llega en el aire desde la central japonesa accidentada de Fukushima Daiichi, y asegura que ante niveles tan bajos no es necesario tomar ninguna medida de protección.

En concreto, se ha detectado yodina 131 en el aire, aunque en niveles por debajo de una cienmilésima parte de la radiación ambiental natural, que no se consideran dañinos para la salud.

Se trata del mismo material que ayer y anteayer fue detectado, también en niveles bajos y no dañinos para la salud, en el aire de la provincia nororiental de Heilongjiang, a más de 2.000 kilómetros al norte, en la frontera con Rusia.

Por ahora se ha detectado su presencia en el aire de Shanghái, la capital económica y financiera del país, con más de 20 millones de habitantes, y en el de las vecinas provincias de Jiangsu, Zhejiang y Anhui (este), así como en Cantón (sureste) y la región autónoma de Guangxi Zhuang (sur).

En el resto del país no se han encontrado sustancias radiactivas relacionadas con el accidente nuclear de Japón, precisó el diario local "Shanghai Daily".

"El incidente en la planta nuclear de Fukushima no ha tenido ningún impacto ni medioambiental ni en la salud pública en China por el momento", aseguró el comité responsable de recoger y analizar estos datos mediante un comunicado.

La conclusión fue alcanzada tras analizar los datos del Centro Meteorológico Especializado Regional, con sede en Pekín y afiliado a la Organización Meteorológia Mundial y a la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), así como de la Administración Oceánica del Estado y del Ministerio de Protección Medioambiental, aseguró.

"La yodina 131 detectada en Shanghái es muy baja y no afectará a la salud de la gente, no debería cundir el pánico", pidió en la prensa local Su Guodong, ingeniero de la Oficina de Protección Medioambiental de Shanghái.

"Los datos de seguimiento se publican a diario y el Gobierno tomará las medidas apropiadas", aseguró Su.

Al igual que en otros países asiáticos, el Ministerio de Sanidad chino ha ordenado hacer pruebas de seguridad y radiactividad a los alimentos y productos provenientes de Japón, así como a quienes entren en el país desde allí.

El pasado viernes se supo que dos días antes, el miércoles 23, dos ciudadanos japoneses con niveles bajos de radiactividad en su cuerpo habían entrado en China por la ciudad oriental de Wuxi, y fueron hospitalizados durante horas en la vecina ciudad de Suzhou, unos 80 kilómetros al norte de Shanghái.

Ambos recibieron tratamiento y fueron dados de alta, ya que con niveles tan bajos de radiactividad no suponían ningún riesgo para la gente a su alrededor, según las autoridades chinas.

En alimentos y productos japoneses, hasta la fecha, no se ha detectado en el este de China la menor presencia de yodina 131 ni de cesio 137, las dos sustancias radiactivas directamente relacionadas con el accidente de Fukushima.

FUENTE: www.abc.es