Nombres de usuario, fecha y lugar de acceso, actividad en Internet y hasta contraseñas. Los coches de Google que recorrían las calles francesas tomando fotos de los edificios para el callejero Street View no solo captaban las redes wifi que encontraban por su camino, sino también los datos personales y la actividad online de aquellos que usaban esa red al paso del vehículo.

Por ejemplo: el "2 de junio de 2008, a las 12.46, un internauta situado cerca de una dirección concreta en Marsella accedió a la página pornográfica straightboysjerkoff.com, de la que es abonado. La identificación que usa en la web, la contraseña y su dirección IP están bien grabadas", detalla la Comisión Nacional de la Informática y las Libertades francesa (CNIL), que impuso ayer una multa de 100.000 euros a Google. En el informe también consta el intercambio de mensajes para una cita adúltera y el tratamiento sanitario de un paciente introducido por el médico en la base de datos.

La comisión, equivalente a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), constata que Google ha dejado de recolectar estos datos con los coches de Street View, pero advierte al gigante de Internet que "no ha renunciado a utilizar los que identifican los puntos de acceso wifi de particulares, actividad que se realiza directamente a través de los terminales móviles de los usuarios que se conectan al servicio de geolocalización Latitude", aunque sea con su consentimiento. Como el CNIL estima que también se trata de "una recopilación desleal en el sentido de la ley" y, además, considera "insuficientes" las respuestas facilitadas por Google -entre ellas, que "aún no ha facilitado el programa utilizado"-, le impone la multa. El buscador tiene dos meses para recurrirla ante el Consejo de Estado. El director de protección de datos de Google, Peter Fleischer, reiteró ayer que se recogieron "por error" y que su objetivo siempre ha sido "destruirlos".

Francia no es el único país que ha mostrado recelos sobre Street View. En Estados Unidos hay 37 procesos abiertos, así como en Alemania, Países Bajos, Reino Unido, Suiza, Irlanda, Nueva Zelanda o Corea del Sur. En España, mientras la fiscalía de San Sebastián archivó el caso, un juez de Madrid imputó al buscador por recogida de datos privados. La AEPD, por su lado, inició una investigación, que no concluirá hasta que el tribunal madrileño haya emitido su fallo.

FUENTE: www.elpais.com