Moscú, 24 ene (EFE).- Un atentado terrorista perpetrado hoy en el aeropuerto moscovita de Domodédovo, el mayor de Rusia, dejó un saldo de más de treinta muertos y más de un centenar de heridos.

Según el Comité Nacional Antiterrorista, al menos 35 personas murieron en el atentado con bomba ocurrido a las 16:32 hora local (13:32 GMT) en una zona común de acceso libre en la terminal de llegadas internacionales del aeropuerto.

Entre los muertos causados por la explosión, que fue grabada por una cámara de seguridad, se encuentran varios extranjeros, entre ellos dos ciudadanos británicos.

Además, según el ministerio de Situaciones de Emergencia, 170 personas resultaron heridas y 74 fueron hospitalizadas, de ellas unas 40 en estado grave.

Muchos de los heridos fueron ingresados con heridas de metralla, ya que el artefacto explosivo llevaba piezas metálicas para aumentar el impacto.

Las imágenes grabadas por pasajeros con sus cámaras o teléfonos móviles y ofrecidas por la televisión mostraron una densa capa de humo bajo la cual se amontonaban los cuerpos sin vida de varias personas, y cómo se trasladaba a los heridos en carritos portaequipajes.

La explosión tuvo una potencia equivalente a entre 2 y 5 kilos de trilita y tuvo lugar en medio de una aglomeración de cientos de personas que esperaban la llegada de familiares y amigos a bordo de una treintena de vuelos, la mitad internacionales.

El Comité de Instrucción incoó un proceso penal por terrorismo, según informó su portavoz, Vladímir Markin, que después aseguró que todo indica que el atentado fue cometido por un terrorista suicida.

"Ahora se está tratando de establecer su identidad y de qué manera llegó al aeropuerto" el supuesto terrorista, declaró.

Además, añadió que "la investigación presta especial atención a esclarecer cómo se logró introducir el artefacto explosivo en el aeropuerto y cómo actuaron los agentes de los servicios de seguridad", indicó.

Según un portavoz anónimo de las fuerzas de seguridad, la cabeza del supuesto terrorista suicida, de apariencia árabe, ha sido hallada en la zona del aeropuerto donde se produjo la explosión.

"Ha sido hallada la cabeza de un hombre de apariencia árabe, de entre 30 y 35 años, que posiblemente activó el artefacto explosivo", precisó la fuente, citada por la agencia Interfax.

Según otras fuentes, los cuerpos de seguridad tenían información sobre la posible llegada a la región de Moscú de hasta tres terroristas, entre ellos una mujer, previsiblemente una "viuda negra", como se conoce a las esposas o hermanas de guerrilleros caucásicos abatidos por las fuerzas federales.

La policía supone que el terrorista entró en la terminal de llegadas, donde los controles son mucho menos rigurosos que en la de salidas, llevando un cinturón con explosivos o bien una bolsa con la bomba.

Mientras, diarios digitales barajaron la posibilidad de que el terrorista llegara en un avión y activara el artefacto explosivo en el aeropuerto tras no lograrlo hacer en pleno vuelo, como en agosto de 2004, cuando un doble atentado mató a casi cien personas a bordo de dos aviones de pasajeros.

El presidente ruso, Dmitri Medvédev, ordenó redoblar las medidas de seguridad en las principales terminales de transporte de todo el país y canceló su visita al Foro Económico de Davos (Suiza).

"Los organizadores serán perseguidos y castigados", dijo Medvédev, quien transmitió su solidaridad a los familiares de las víctimas mortales del atentado.

El jefe del Kremlin, que ha criticado con dureza en los últimos meses al Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) y a las autoridades de la región del Cáucaso Norte por la falta de resultados en la lucha antiterrorista, criticó el hecho de que "ni de lejos se cumplen las medidas de seguridad" y ordenó que se "tomen medidas".

A su vez, el primer ministro ruso, Vladímir Putin, que llegó a la presidencia en 1999 con promesas de mano dura contra el terrorismo islamista, ordenó a la ministra de Sanidad que ofrezca ayuda económica a los afectados y sus familiares.

El Comité Nacional Antiterrorista emitió un comunicado en el que llamó a todos los rusos "independientemente de su origen étnico" a "hacer frente al terrorismo".

En Domodédovo operan 76 compañías rusas y extranjeras, incluida la española Iberia, cuyo último vuelo fue desviado al aeropuerto moscovita de Vnúkovo y aterrizó sin contratiempos.

El atentado ocurrió varias semanas después de que Rusia obtuviera el derecho a organizar por primera vez la Copa Mundial de fútbol en 2018, lo que muchos gobiernos consideran un gran riesgo debido a la inestabilidad de este país.

Por esta razón, las autoridades rusas han descartado la celebración de partidos mundialistas en la explosiva región del Cáucaso norte, el mayor centro de actividad terrorista del país.

Este ha sido el más grave acto terrorista cometido en Rusia desde marzo de 2010, cuando un doble atentado suicida cometido por dos jóvenes caucásicas se cobrara la vida de 40 personas y dejara más de un centenar de heridos en dos estaciones del metro moscovita.

 

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