Nuevas autoridades ediles deberán enfrentar desbalances de gestiones anteriores. Al menos siete municipalidades podrían quebrar.
Calles inundadas de basura, cámaras de seguridad desconectadas por falta de electricidad, serenos comunicándose a través de teléfonos públicos y millones de soles en deudas.
Esta es la herencia que al menos siete municipalidades han recibido luego de las transferencias de cargos que hasta estos días no concluyen. Se trata de un cúmulo de problemas administrativos y económicos que ha llevado a algunos alcaldes al extremo de declarar en emergencia a sus comunas.
CAOS Y CRISIS. El distrito que ha evidenciado el mayor caos es el Rímac. Los vecinos tuvieron que soportar el hedor de más de 600 toneladas de desperdicios que se acumularon en las calles por más de un mes. Recién el 1 de enero la misma alcaldesa de Lima, Susana Villarán, tuvo que declarar en emergencia sanitaria al distrito por su alto grado de contaminación.
El electo burgomaestre del Rímac, Enrique Peramás, explicó que la anterior gestión dejó un desbalance financiero tan lamentable que impidió seguir operando los servicios de los rellenos sanitarios. “Heredamos una deuda de más de S/.40 millones. Ahora tenemos que gestionar préstamos con otras entidades para lograr estabilizar las cifras”, sostuvo.
Por su parte, la nueva autoridad de Miraflores, Jorge Muñoz, anunció que ayer se declaró a su comuna en ‘emergencia financiera y administrativa’debido a la deuda de más de S/.53 millones que habría dejado el gobierno de Manuel Masías. Según Muñoz, ha habido un desequilibrio económico en los gastos con proveedores y asesores municipales.
De igual modo, el alcalde de Surco, Roberto Gómez, informó que, luego de la primera sesión de concejo, se pudo calcular una deuda de S/.23 millones proveniente del gobierno saliente.
Gómez indicó que el déficit se registró en los servicios de limpieza y de seguridad ciudadana. “El sistema de limpieza pública no se ha pagado, por eso los parques lucen amarillos y descuidados”, dijo la autoridad edil.
Similar opinión tuvo la alcaldesa de Villa María del Triunfo, Silvia Barrera, quien aseguró que encontró la comuna “en ruinas”. La deuda que asciende en el distrito es de S/.45 millones.
ABANDONADOS. El servicio de serenazgo ha sido otro de los más afectados. En San Luis, el burgomaestre Ricardo Castro encontró a serenos sin radios ni vehículos. “Para comunicarse tienen que usar teléfonos públicos o pedir prestado los celulares a los propios vecinos”, alertó Castro.
El electo alcalde de La Molina, Juan Carlos Zurek, informó que en su jurisdicción solo 3 de los 40 vehículos de serenazgo se encontraban patrullando. Además, indicó de las siete cámaras de vigilancia, solo estaban operativas tres. “Se redujo en un 50% el número de serenos”, agregó.
La situación en el distrito de Ate no es distinta. La nueva gestión liderada por Óscar Benavides se encontró con una deuda de más de S/.59 millones. Benavides afirma que el déficit se debe al exceso de gastos que su sucesor habría realizado en contratación de personal y compra de vehículos municipales.
FUENTE: http://peru21.pe