¿La vida no vale nada? Es un viejo aforismo que cada vez más cobra vigencia dramática por la creciente ola de violencia, de delincuencia generalizada, con robos, asaltos, secuestros a cada paso y con pérdidas lamentables de vidas ante el estupor de todos . Este panorama que es el pan de cada día pone en cuestión la gravedad del problema de la seguridad ciudadana, que afecta creciente y peligrosamente a los diferentes sectores de la población, poniendo en jaque y en riesgo la tranquilidad y la mínima seguridad que por derecho le corresponden a toda la población.

A diario se registran robos a mano armada en calles, plazas y mercados; los asaltos a las viviendas están a la orden del día; los pasajeros de las empresas de transporte no tienen ningunas garantía por que también son presas de asaltos continuos, y ni que decir de los secuestros, las extorciones, los chantajes y tantas otras manifestaciones de la delincuencia.

A pesar de la gravedad de este problema que es creciente y envuelve a toda la sociedad , no hay una acción firme y definida de parte de las Autoridades del Gobierno Nacional , temerariamente hay una especie de convivencia sutil con la ola de crimines , dejando a la población totalmente desprotegida y a su suerte con las funestas consecuencias que ella supone.

Los gobiernos municipales hacen esfuerzos importantes para suplir la ausencia de una política nacional de seguridad ciudadana , han puesto en marcha los programas del serenazgo que a estas alturas son los únicos referentes de seguridad y apoyo efectivo que la ciudadanía de alguna manera reconoce; ojala que estos esfuerzos puedan integrarse y consolidarse para que sirvan como diques de contención ante la ola deliquencial.

El inefable ex presidente del Gobierno Regional de Junín Vladimiro Huaroc se pasó los últimos tres años ofreciendo equipar a la Policía Nacional de la octava DITERPOOL con patrulleros , motocicletas , con cámaras y equipos de comunicación y como todos conocen eso fue solo una de sus tantas promesas incumplidas , ojalá que la historia no se repita.

La seguridad ciudadana es un tema que debe de ser abordada con la prioridad y la seriedad del caso, el Consejo Regional de seguridad ciudadana debe de empezar a actuar con programas , acciones y recursos concretos, de lo contrario este problema es una bomba de tiempo y ojalá que no lleguemos a tener solo la paz de los cementerios.