Él o los ladrones utilizaron un pedazo de concreto de aproximadamente dos kilos, el cual lanzaron contra el cristal del negocio.
El pedazo de concreto quedó a una distancia de tres metros, debajo de las sillas que se encuentran en el área de espera de ese lugar.
Además, la policía de Guadalupe presume que el robo cometido por él o los desconocidos quedó plenamente grabado en por lo menos ocho cámaras de circuito cerrado de seguridad, de las cuales tres están ubicadas detrás del área de cajas y una más frente a la puerta de acceso.
FUENTE: www.milenio.com