La tecnología fue la mejor aliada en la lucha contra el delito en la ciudad de Buenos Aires. Las filmaciones de cámaras de seguridad privada y el seguimiento de las señales de los teléfonos de los sospechosos resultaron ser vitales para comenzar a desarticular la banda de boqueteros que robó en el Banco Provincia del barrio de Belgrano.

Algo más de 1000 horas de videos de una confitería lindera con el banco asaltado, de cajeros automáticos y de otros comercios de esa zona se convirtieron en el puntapié inicial de la investigación que, en las últimas horas, llevó a la captura de tres hombres y otras tantas mujeres vinculados con el millonario robo.

Tampoco estuvo ajeno el seguimiento de las señales de los celulares de los sospechosos, así como establecer la titularidad de esos teléfonos. No siempre son los verdaderos dueños los que usan los aparatos, cuestión que todavía las autoridades no han podido regular ni controlar, como para que los delincuentes aprovechen ese bache legal.

"Ha sido de gran ayuda el minucioso cotejo de las imágenes de los sospechosos, junto con el seguimiento del funcionamiento de sus celulares. Ojalá hubiera más cámaras en la ciudad para controlar el delito", sostuvo anoche un veterano investigador del caso.

Tal afirmación no está ajena a algunas de las iniciativas que pusieron en marcha en el Ministerio de Seguridad de la Nación, al emprender la compra de 350 cámaras de alta tecnología para colocar en lugares estratégicos de la Capital. Esas se sumarán a las 600 cámaras privadas y propias que monitorea la Policía Federal. También estarían avanzadas las negociaciones para que esa fuerza de seguridad controle las imágenes de 300 cámaras que alquila el gobierno porteño.

Tanto el gobierno nacional como el porteño entienden que con casi 1250 cámaras podría mejorarse la seguridad de Buenos Aires, aunque aún estamos lejos de la tecnología aplicada en grandes capitales del mundo: París y Nueva York tienen unas 60.000 cámaras cada una. Londres, la más vigilada de Europa, cuenta con medio millón de cámaras públicas y privadas y, en algunos barrios, ya han bajado el delito un 22%, en 2008.

 

FUENTE: www.lanacion.com.ar