Los detenidos son tres y todos ellos ciudadanos de Bielorrusia. Lo más probable es que el ejecutor del atentado haya sido captado por las cámaras de seguridad del metro. Según el vicefiscal de Bielorrusia, Andréi Shved, los materiales reunidos no dejan lugar a dudas sobre quién y cómo provocó la explosión en el metro:
El video muestra cómo el sospechoso llega a la estación del metro con una bolsa grande color negro, cruza a la otra estación, deja la bolsa al lado de un banco, se aparta a una distancia segura y realiza ciertas manipulaciones en un bolsillo del chaquetón. Acto seguido se produce la explosión.
El jefe del Comité de Seguridad del Estado (KGB), Vadim Záitsev, dijo el miércoles que “en los datos de ningún Estado se han encontrado análogos del artefacto explosivo utilizado por el terrorista”. A la pregunta de dónde sacó el criminal el explosivo, respondió: “de Internet”. Los servicios secretos indentificaron al sospechoso casi en el acto. Se le estableció vigilancia externa, se le siguieron los pasos hasta su lugar de residencia y agentes especiales procedieron a su detención. ¿Quién es y de qué ciudad procede no se sabe? Por el momento tampoco se ha publicado su fotografía. Sólo se sabe que los sospechosos trabajaban en colectivos laborales comunes y corrientes: uno de tornero, otro de electricista...
Una fuente próxima a investigación dijo que el sospechoso reconoció que sus acciones no tenían motivación política. Cometía actos terroristas porque le gustaba causar dolor a la gente. La primera vez hizo estallar un artefacto explosivo en setiembre de 2005. Y en 2008, el Día de la Independencia de Bielorrusia, activó un explosivo colocado en un envase de jugo de fruta.
Según una de las versiones es una persona con problemas psíquicos. De acuerdo con las otras dos – se trata de una tentativa de fuerzas externas de desestabilizar la situación en el país o de una venganza de grupos juveniles radicales por la detención de sus activistas. Esta última versión está ligada a las recientes elecciones presidenciales, después de las cuales las autoridades dispersaron por la fuerza un multitudinario mitin de la oposición. El presidente Alexander Lukashenko encomendó el miércoles a las fuerzas de seguridad interrogar en el marco de la causa penal a todos los líderes de la oposición:
Hoy estamos buscando a los cómplices, a aquellos que encargaron el atentado. Quizás estos, los así llamados políticos de la “quinta columna”, nos muestren las cartas para ver quién encargó el atentado. Hay que interrogar a todos, sin fijarse en ningún tipo de democracia, ni en los aullidos y gemidos de los “mártires” extranjeros.
Esta exigencia del presidente a las fuerzas de seguridad fue acogida por la oposición como señal para el recrudecimiento de la presión contra ella. El ex canditato a presidente de Bielorrusia, Yaroslav Romanchuk, declaró que las convicciones políticas no deben ser motivo para los interrogatorios, más aún si los servicios secretos tan rápidamente han encontrado a los criminales.
A pesar de que, tal como anuncian las autoridades, se logró detener a los ejecutores del acto terrorista, por ahora no se piensa levantar las elevadas medidas de seguridad, Se están practicando investigaciones, agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB, en ruso) y del Comité de Instrucción de Rusia prestan ayuda a sus colegas bielorrusos. Psicólogos del Ministerio para las Situaciones de Emergencia de Rusia ayudan a las víctimas del acto terrorista. La tarea de los especialistas rusos consiste en eliminar la ira, el miedo, la angustia, y otros desórdenes post-psicológicos y de adaptación a las personas que por si mismas no están en condiciones de superar el shock por lo visto y oído sobre el atentado en el metro.
FUENTE: spanish.ruvr.ru