El turismo es demasiado importante para la economía del país como para que cualquier descuido en materia de seguridad pueda evitar la llegada de más viajeros. De allí que corresponda saludar algunos anuncios sobre lo que será el operativo policial en la zona del Este durante la temporada que comienza. La primera novedad importante es que en este verano funcionarán en Punta del Este cámaras de vigilancia que multiplicarán los ojos de la Policía y la defensa de las potenciales víctimas.

El tema de la seguridad en el Este del país durante la temporada de turismo es recurrente en Uruguay y tiene una importancia muy señalada en la captación de visitantes. De allí que la noticia de que se está concretando un progreso importante en la prevención del delito contra turistas en las áreas de mayor convocatoria bien merece algunas reflexiones.

La primera tiene que ver con la importancia del tema. Pese a que Uruguay ha ido ampliando de modo sensible el origen de su clientela, sigue siendo cierto que el gran aporte turístico proviene de Argentina. Y también es cierto que la prensa argentina les otorga a los aconteceres en Punta del Este, La Barra y José Ignacio una cobertura que claramente compite en importancia con la que los medios de este origen suelen concederles a los balnearios locales. Para bien y para mal, porque mientras se atraen nuevos visitantes con la promoción de las figuras de la farándula que recalan en la costa atlántica, todo está también ya armado para amplificar cualquier suceso delictivo que afecte a un turista.

El delito en la costa atlántica tiene entonces, más allá de la cuota de daño y dolor que está asociada siempre a un hecho criminal, el efecto de convertirse en un factor muy negativo para la captación de turistas. Ya pasaron los tiempos en que por octubre el grueso de los visitantes alquilaba por mes o por temporada. Buena parte de los turistas de hoy vienen por períodos cortos y deciden su viaje sin demasiada anticipación. La divulgación de falencias en materia de seguridad es un factor importante en cualquier decisión sobre el veraneo: menos que nadie los argentinos quieren padecer en vacaciones el mismo fantasma que los acompaña en lo cotidiano.

Es claro que en todas partes se debe combatir el delito. Pero hacerlo en la zona turística tiene un doble interés para Uruguay. El turismo derrama bienestar económico en el país y asegura una muy fuerte cantidad de fuentes de empleo. El dinero que traen los turistas, por lo demás, inevitablemente se reparte entre muchos y no va a parar solamente a pocos bolsillos bien forrados. Preservar esa fuente de ingresos tiene una importancia prioritaria para el país.

Vaya esta larga introducción para congratularse con un anuncio que adelantó la edición de ayer de Ultimas Noticias, señalando que está en curso la instalación de cámaras de vigilancia en los puntos sensibles y en los lugares más transitados de Punta del Este, un innegable progreso para el desarrollo del trabajo policial de prevención en el balneario que más turistas recibe. Según la informada crónica sobre el tema, el plan es que estas facilidades de vigilancia sean también instaladas en otras zonas balnearias del Este, pero la ampliación recién se concretará en las siguientes temporadas. 

Según la información que brindó el inspector mayor ( R) Juan Balbis, jefe de Policía de Maldonado, las cámaras de vigilancia que están siendo instaladas tienen un alcance de 100 metros con niveles de alta definición, así como la capacidad de rotar sin límites. Con la incorporación de estas cámaras, el departamento de Maldonado será el segundo del país en contar con este moderno procedimiento de vigilancia, ya que en Montevideo, que fue pionero, están en funcionamiento en varios enclaves de la ciudad.

El sistema obviamente multiplica las capacidades de vigilancia de la Policía y es ampliamente utilizado en todo el mundo. Toda la red de cámaras de Punta del Este será monitoreada desde un lugar único, con medios de comunicación inmediatos hacia los agentes que estén en la zona en la que se advierte la comisión de un delito o un episodio irregular. Es obvio, por lo demás, que un sistema de vigilancia de esta naturaleza aporta en sí mismo un factor de desistimiento de intenciones criminales, ante las altas posibilidades de que las autoridades puedan identificar al autor e incluso probar el delito ante la Justicia. 

Más allá del positivo avance que se reseñó, los anuncios sobre el operativo policial que se desplegará durante el verano alientan la confianza de que se podrá sostener una eficaz política de prevención y combate al delito. En Maldonado se cuenta con una dotación de 1.200 funcionarios policiales, a los que se sumarán cadetes de la escuela de Policía y oficiales provenientes de otros departamentos. En materia de equipo, se reforzará la actividad con la suma de diez vehículos. Se anuncia asimismo que se brindará una atención especial a los visitantes que arribarán en 104 cruceros en las semanas que se aproximan.

También habrá trabajo de Inteligencia, en especial detectando a los delincuentes que vienen a "hacer temporada" en los balnearios. Según se recordará, una jueza de Maldonado ha ordenado incluso la salida del departamento de personas que llegan con antecedentes y sin ocupación conocida, aplicando la llamada "ley de indeseables". Algo polémico en materia de Derecho, pero muy efectivo en la prevención.

En el comienzo de la temporada la Policía se presenta preparada como para enfrentar el desafío de los delincuentes que operan en la zona turística e incluso incorpora recursos de probada efectividad. Algo que es bueno para el país y que seguramente brindará buenos resultados para la integridad de los turistas y para asegurar las corrientes de visitantes que necesita el país para que se multiplique y se distribuya el bienestar.

 

FUENTE: www.ultimasnoticias.com.uy