La Bicameral de Seguridad denunció los puntos flojos de las cárceles locales. Aseguró que no funcionan las cámaras, que no existe un sistema de cierre automatizado y que el personal es inexperto y poco capacitado.

Las deudas son muchas y cada tanto el sistema penitenciario vuelve a tambalear por la falta de solidez que lo caracteriza desde hace años. "Tener un sistema carcelario efectivo es una materia pendiente no sólo de este Gobierno sino de todos los anteriores", afirmó el diputado del peronismo disidente y ex titular de la Comisión Bicameral de Seguridad, Daniel Cassia, quien se tomó unos minutos desde Almafuerte para registrar las irregularidades que abundan en los penales mendocinos.

Lo mismo hizo el vicegobernador, hoy a cargo de Mendoza por el viaje de Celso Jaque a China, Cristian Racconto, quien señaló algunos de los puntos flojos del actual sistema penitenciario.  

"Las cámaras de seguridad, por ejemplo, están rotas por eso no hay visualización de lo que hacen los internos puertas adentro del pabellón". La misma crítica lanzó Cassia, quien ya había advertido de que esto mismo ocurría en San Felipe.  

"Quiero creer que las cámaras no funcionaban en ese módulo. Sin embargo, estos dispositivos estaban destruidos porque no están asegurados como corresponde", aseguró el legislador, quien agregó: "En este motín no se podía ver lo que estaba ocurriendo en los pabellones porque no había forma de visualizar. Sólo se manejaban a los gritos o a través de las radios". 

Sobre este punto, el diputado aclaró que pedirán un informe exclusivo para determinar porqué no funcionan las cámaras en las cárceles locales. El mismo ministro de Gobierno, Félix González, aseguró que "sin dudas que hubo errores que llevaron a esta situación extrema y por eso iremos a fondo con la investigación".

Otro de los temas pendientes de las penitenciarías, especialmente en Almafuerte, es la ausencia de un sistema de cierre automatizado o sistematizado que permita absoluto control sobre los internos de máxima peligrosidad. "Es inadmisible que una cárcel que salió casi 70 millones de pesos no tenga en práctica este sistema. Actualmente son los mismos guardiacárceles los que tratan a los presos cara a cara", agregó Cassia.  

Además, los legisladores preparados en el asunto aseguraron que las condiciones laborales de los penitenciarios "son lamentables desde el sueldo que ganan hasta las jornadas de trabajo".  

Según señaló la Bicameral de Seguridad el sistema de ascensos de penitenciarios y policías sigue siendo "un bochorno". 

Esto es porque generalmente ascienden familiares de funcionarios que no cumplen tarea de seguridad. La calidad y la cantidad de personal es otro de los cuestionamientos que realizó este organismo.  

"El número de penitenciarios debería ser proporcional a la cantidad de población. Hoy hay 45 efectivos los fines de semana y, los días hábiles, alcanzan a los 70 por un total de 850 reclusos. Este número debería triplicarse para que el sistema funcione como corresponde", puntualizó Cassia.

La calidad de los guardiacárceles es otro de los puntos sensibles del sistema. Esto es porque, tal como afirmó el peronista disidente, "la mayoría no tiene más que formación primaria y poco entrenamiento para realizar este tipo de tareas".

El motín reveló que de los seis penitenciarios rehenes, cinco ingresaron en la última camada, hace poco más de un año. "Son inexpertos quienes se encargan de cuidar a los internos de máxima peligrosidad", agregó Racconto.  

Lo cierto es que Cassia también cuestionó el ascenso del titular del Servicio Penitenciario, Sebastián Sarmiento, "quien tiene menos de seis años de experiencia".

Por su parte, el presidente de la Comisión Bicameral de Seguridad, Sergio Bruni, alertó sobre la circulación de de estupefacientes en Almafuerte y atribuyó el motín a las guerra entre bandas narcotraficantes dentro de la cárcel. Más precisamente, el senador aclaró que es un enfrentamiento entre los seguidores de Macelo "Gato" Araya y de Daniel "Rengo" Aguilera.

Los cuestionamientos de Bruni apuntaron a la atención médica de los internos en el sentido de que "no se les estaría brindando un tratamiento para combatir la drogadicción".  

Por ello, el legislador radical consideró que "si los médicos realmente estuvieran observando a todos los internos, podrían detectar que muchísimos más manifiestan síntomas de Síndrome de Abstinencia. Porque la mayoría de los delitos se comete bajo el efecto de las drogas y yo no puedo creer que sólo 40 requieran de ese tratamiento".

FUENTE: www.elsolonline.com