Después de una serie de diligencias balísticas, las investigaciones del Ministerio Público indican que las tres personas muertas durante el enfrentamiento en el hotel Tikal Futura, el 15 de septiembre del 2010, son responsabilidad de la Policía Nacional Civil (PNC).

En el operativo para capturar al supuesto capo Mauro Salomón Ramírez, murió el pastor Obed Ben Shalom López y los agentes Érick Joel Xicay García y Carlos López Colindres.

Según el MP, después de una serie de análisis balísticos y peritajes se estableció que los responsables son los mismos policías que participaron en el operativo.

Hasta ahora, la PNC y el Ministerio de Gobernación han guardado silencio. Se ha llamado y buscado a las autoridades, pero nadie responde.

De acuerdo con las investigaciones, uno de los problemas ha sido la identificación de quiénes portaban cada arma, ya que ni la PNC ni Gobernación proporcionaron esos datos.

A su mismo compañero

Se logró establecer, mediante la prueba testimonial y el análisis balístico, cómo murió Xicay García, agente de la División Especializada en Investigaciones Criminales (Deic), quien viajaba como copiloto en el auto P836CLX, que quedó en la rampa de entrada del centro comercial.

Los testimonios explican que los agentes que se movilizaban en el referido vehículo, supuestamente encubierto, seguían a Ramírez, y al escuchar los disparos desde el sótano, también respondieron.

Las imágenes captadas por una cámara de seguridad y el análisis de las evidencias determinaron que Xicay murió porque uno de sus compañeros le disparó a corta distancia.

Los investigadores aseguraron que este hecho demuestra los errores cometidos durante la acción.

Según la Oficina de Responsabilidad Profesional (ORP), la víctima tenía varios balazos en la espalda que le acertó un compañero.

La ORP tomó la declaración de al menos 200 agentes que participaron en el operativo y que pertenecen a la Deic, la División de Análisis e Información Antinarcótica (Daia), la División de Fuerzas Especiales Policiales, la Comisaría 14 y una supuesta área de inteligencia.

Las pesquisas también establecen que la confusión ocurrió debido a dos operativos dirigidos por dos equipos diferentes; uno a cargo de Sergio Mendizábal, ex viceministro de Seguridad, y el otro integrado por agentes de la Daia y encabezado por el panameño Anel Bradiel, ex agente de la sección de Asuntos Narcóticos de EE. UU., quien vigilaba a la familia de Ramírez.

El 12 de septiembre, las cámaras del hotel captaron a Bradiel y a otros miembros de la Daia cuando rentaban una habitación, para cumplir sus actividades de vigilancia.  

Bala perdida y error

Uno de los equipos, recibió información de que Ramírez, y su organización entró en el sótano 1 del comercial, en donde comenzó la segunda balacera, protagonizada por agentes de la Deic que creían que el supuesto narco se encontraba en el estacionamiento, pero los que estaban en el área eran los hermanos de Ramírez, quienes escaparon rumbo al Anillo Periférico.

Según las declaraciones, cuando los agentes entraron en el sótano, les dijeron por radio que el supuesto capo iba a bordo de una camioneta Land Cruiser gris, y al escuchar los balazos del otro grupo de policías, ellos dispararon contra el vehículo del pastor Obed López, al creer que era el automotor que buscaban.

A López lo impactó una bala, que según el peritaje fue producto de un rebote del disparo con un fusil.

El automóvil tenía poco tiempo de estar parqueado en el lugar, ya que el pastor había dormido en otro hotel cercano a la zona y solo había llegado a reparar unos celulares.

El tercer caso es el del López, quien murió en el sótano del hotel. Las pesquisas determinaron que fue baleado por un arma usada por uno de los agentes.

Testigos confirmaron que el ataque lo iniciaron los mismos policías, quienes sin darse cuenta, atacaron a su compañero.

FUENTE: www.prensalibre.com