Un piloto de Aeroméxico puso en alerta los sistemas de seguridad del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, debido a que trató de evitar la revisión en uno de los filtros instalados para el personal aéreo, argumentando que traía una bomba en su equipaje.
MILENIO tiene en su poder un video y la secuencia de fotografías tomadas el 25 de mayo, por cámaras de seguridad en la Terminal 2 del AICM, donde personal de esa compañía intentó minimizar el hecho y buscó convencer al personal de la Dirección General de Aeronáutica Civil, así como a la Policía Federal, para que Eduardo Rubí Alonso no fuera puesto a disposición de la autoridad.
El infractor, quien rindió una declaración ante las autoridades aéreas, fue entregado a policías de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, quienes lo pusieron a disposición de un juez cívico, este último que le impuso una multa de mil 800 pesos.
Agentes de la Policía Federal adscritos al aeropuerto consultados sobre el tema, aseguraron que Aeroméxico es la única aerolínea mexicana que se opone a la colocación de más filtros aéreos, medida que se discute a raíz de la detención de tres de sus sobrecargos, con más de 175 kilos de cocaína, en el Aeropuerto Internacional de Barajas, en Madrid, España, en diciembre pasado.
El incidente que provocó Rubí fue captado por las cámaras a las 15:12 horas, en el momento que se le intentó revisar. Sin embargo, manifestó que traía una bomba en su maleta. El piloto se disponía a abordar un avión que partiría con destino a Guadalajara.
Fue así como se dio la alarma a las autoridades aeroportuarias y a la Policía Federal, pero Rubí se dirigió a sus oficinas ubicadas en la posición 65.
A ese lugar llegó personal de la Dirección General de Aeronáutica Civil, al mando de José Luis García, así como policías federales y de la Gerencia de Seguridad para verificar la situación del piloto.
A las tres de la tarde con 50 minutos, en las oficinas de Aeroméxico, el inspector Luis García, solicitó a Rubí Alonso sus documentos aeronáuticos y le pidió presentarse en la comandancia con su asesor, para ser interrogado.
En el video se observa y se escucha la voz de un hombre que se identifica como el capitán Raúl Armenta, quien pregunta la situación de su compañero, es decir, si está detenido o sólo se le va levantar un acta administrativa, pues argumenta que el piloto tiene un servicio.
Luis García responde que Eduardo Rubí tiene que rendir una declaración, y agrega: “Ustedes como tripulantes y nosotros como autoridad, sabemos que no podemos jugar con la seguridad”.
—¡Nadie jugó!, responde el capitán.
—¿Usted estuvo ahí?, cuestiona el inspector.
—Con lo que haya dicho (Rubí) es suficiente”, contesta el capitán.
Después otro piloto, que no se identifica, le pregunta al inspector qué cómo es posible que después de que su compañero hizo una broma en un filtro de revisión, lo dejaron llegar a las oficinas de Aeroméxico.
“Si nos negamos al hecho que pasó”… trata de explicar García.
—Nadie se va a negar, manifiesta el capitán, quien después pide “flexibilidad y criterio”.
—“Es la forma en que vinieron”, reclama el piloto que nos se identifica.
Tres horas después del incidente y luego de rendir su declaración ante la Comandancia de Aeronáutica Civil, Rubí Alonso fue entregado a policías capitalinos, quienes lo trasladaron a bordo de una patrulla a un juzgado cívico, donde se le impuos una multa de mil 800 pesos por la broma que hizo.
De acuerdo con autoridades que participan en las pláticas para reforzar la seguridad en el aeropuerto, las empresas Viva Aerobús, Volaris, Interjet y Magnicharters, han mostrado disposición para que se coloquen más filtros para el personal aéreo, medida que no comparte Aeroméxico, porque resta tiempo a sus trabajadores.
Aseguraron que la Policía Federal está de acuerdo con la instalación de más filtros para evitar sucesos como el de los tres sobrecargos detenidos en España.
FUENTE: www.milenio.com