Desde principios de año, la Municipalidad de la Capital pone en práctica nuevas medidas de seguridad para frenar los robos y actos de vandalismo en el cementerio. El plan incluye, entre otras cosas, mayor iluminación y vigilancia interna. Según el director de Obras y Servicios, Jorge Cerdera, el mismo se está llevando a cabo con "total éxito". El funcionario dijo que, en lo que va del año, no se ha recibido ninguna denuncia por ilícitos en el lugar. También aclaró que por esta razón se decidió no colocar cámaras de seguridad en el interior de esta necrópolis, como se había anunciado.

El hallazgo de unas 300 placas de bronce sobre los techos del cementerio, presuntamente para ser sacadas de manera ilegal del lugar, fue la gota que rebasó el vaso. Y lo que obligó a las autoridades municipales a reforzar las medidas de seguridad.

"No tenemos estadísticas de cuántos robos y actos de vandalismo se han cometido en el cementerio, aunque siempre han sido algo frecuente, sobre todo el robo de marcos de las puertas de los nichos y de las placas de bronce -sostuvo Jorge Cerdera-. Por eso nos vimos en la obligación de reforzar las medidas de seguridad".

El funcionario explicó que las mismas incluyeron la colocación de más de 100 lámparas para iluminar todas las calles y pasillos internos del cementerio. También la contratación del servicio adicional de otro efectivo de la Policía y la ampliación del horario de vigilancia. Contó que antes había contratado un solo agente que vigilaba la entrada del edificio durante el día. Y que ahora hay dos, uno que sigue apostado en el acceso, y otro que hace rondas por el interior del cementerio, incluso durante la noche.

"El cementerio es como una miniciudad y con forma laberíntica que impide la visión a distancia, más en los lugares con poca luz -sostuvo Cerdera-. Por eso ahora no sólo hemos instalado más iluminación, sino también contratado otro efectivo para que vigile de noche y ayude al sereno a recorrer la zona".


Otra de las medidas incluidas en este plan de seguridad es la de exigirles a los obreros que ingresen al cementerio a hacer diferentes trabajos, contratados por los familiares de los difuntos, a que se identifiquen y registren. También que trabajen sólo de 8 a 11 horas.

"Se va a llevar un registro e inventario de todo lo que ingrese o egrese del cementerio -explicó Cerdera-. Por eso los obreros deben presentar la factura de los elementos y materiales que ingresen, y los familiares deben presentar un título de propiedad que avale que los elementos que quieran retirar del lugar les pertenece". 

El funcionario contó que los obreros del cementerio hacen rondas permanentes por el interior del mismo para detectar objetos que han sido sustraídos y tirados por el lugar y otros que son vulnerables a los robos como placas sueltas. Dijo que todos esos elementos se guardan en la administración para que los propietarios, una vez que demuestren su propiedad, puedan retirarlos.

 

FUENTE: www.diariodecuyo.com.ar