La ciudadanía vive bajo la mirada vigilante de un ojo electrónico.
Avenidas principales, calles transitadas, paraderos del sistema de transporte y hasta galerías de arte son captados en cintas de grabación o sistemas digitales como parte de las medidas que brindan más protección.
Pero en un sondeo realizado por a.m. en tiendas electrónicas la venta de sistemas de vigilancia ha incrementado sobre todo entre la población y locatarios de comercios.
Según los comerciantes de tiendas como Steren, Radioshack y la Plaza de la Tecnología, la venta de cámaras de seguridad para uso privado se ha duplicado.
Tan solo en la Plaza de la Tecnología en los últimos dos meses y según los vendedores de las tiendas instaladas en el lugar la gente compra más aparatos de vigilancia.
Joaquín Reyes, vendedor de sistemas de seguridad, indicó que la población compra diferentes modelos de cámaras que van desde sencillas hasta aparatos con alarmas que pueden comunicarse al celular de la persona.
“Yo pienso que todo se debe a la inseguridad, nosotros por ejemplo en el mes de marzo vendimos unas 10 cámaras, y en lo que va de junio y julio ya llegamos a las 50”.
Los precios son variados y dependiendo de la necesidad de la gente hay cámaras que se instalan en pórticos, otras junto a las ventanas y afuera de los edificios.
En Steren se pueden adquirir cámaras para interior, ocultas, con visión nocturna, inalámbricas, circuitos cerrados o para intemperie.
Los aparatos se pueden conectar a la pantalla del televisor o bien a un monitor de computadora.
Los precios van desde 170 a 850 pesos, las hay con visión a color o blanco y negro, algunas se instalan afuera de los pórticos o están ocultas en forma de sensor de humo.
Repunta venta luego de crisis
José Ramírez, vendedor de Steren, explicó que la venta de cámaras para seguridad comenzó desde 2010 luego de que pasó la crisis económica.
“La venta de cámaras se incrementa siempre para los meses de vacaciones, por ejemplo, en julio se han vendido unas 60 cámaras de diferentes precios y tipos, las más comunes son las cámaras ocultas e inalámbricas.
“En empresas nos han pedido asesoría para instalar sistemas de circuito cerrado, o bien prefieren las cámaras que no son fácilmente detectadas por la población”.
En Radioshack se venden monitores de seguridad que se instalan en garages, también hay sensores de movimiento o minicámaras inalámbricas.
Víctor Arredondo, empleado de la tienda, contó que aumentó la adquisición de estos sistemas de seguridad.
“Nosotros no podríamos hablar de cuántas cámaras se han vendido por políticas de la empresa, pero sí podemos asegurar que las ventas han aumentado en ese sentido.
“La gente antes sólo preguntaba por alarmas, pero ahora quieren registrar todo en video para tener evidencias en caso de llegar a utilizarlas”.
Es requisito en galerías
Las cámaras se utilizan en todas partes, hasta en galerías de arte según dijo el director del Instituto Cultural de León, José Luis García Galiano Robles.
“Claro que hay cámaras de vigilancia, es una forma de protegernos, de proteger el patrimonio y proteger al personal”.
Explicó que los sistemas de circuito cerrado son requisitos para las galerías de renombre.
“Las cámaras de seguridad es una promesa de que podemos ofrecer a la población los mejores acervos artísticos, porque hay mayor probabilidad de que los propietarios de los acervos acceden a compartirlos cuando las galerías cuentan con sistemas de vigilancia”.
En León, por mencionar dos sitios, se cuenta con sistemas de seguridad tanto en la galería Eloísa Jiménez como en la galería Jesús Gallardo.
Afuera del teatro Manuel Doblado la Administración pública colocó una cámara de vigilancia que monitorea lo que sucede en el foro y en el Museo de la Ciudad.
“Si algún día hay necesidad de identificar a alguien que cometa alguna fechoría en el Doblado se puede hacer por la colocación que tiene esta cámara”.
Vigila Municipio calles
En el Centro Histórico el Municipio se comprometió a instalar 40 cámaras de vigilancia en el primer cuadro de la ciudad.
Por el momento se encuentran en monitoreo constante la Plaza de los Mártires del 2 de Enero, Plaza Fundadores, bulevar Adolfo López Mateos y calles como Juárez, Pino Suárez, 5 de Febrero, portal Padilla y 20 de Enero.
En calles en donde no colocarán cámaras de seguridad, los comerciantes se están organizando para sentirse vigilados.
El presidente del comité del Centro Histórico, Hugo Torres León, explicó que un grupo de locatarios está recibiendo asesoría técnica de personal de la Central de Emergencia C-4.
“Ya hay un grupo de comerciantes que quieren instalar cámaras y reciben orientación de personal del C-4 para ver asuntos de conectividad y ellos mismos les sugieren ubicación, modelos y toda la asesorías y disponibilidad para que puedan contar con cámaras en las zonas donde en este momento no están contempladas por el Municipio.
“Estamos viendo en la calle Pedro Moreno que pudieran ser una o dos cámaras extras para que abarque un mayor perímetro de dos cuadras de protección”.
Torres León explicó que las cámaras son principalmente para cuestiones relacionadas con la seguridad, pero también podrían servir para promocionar el turismo.
“A través de ellas se puede saber de la infraestructura de una ciudad competitiva que en primer punto sirve para medir la seguridad y como un mecanismo de protección”.
‘Mi familia está más tranquila’
“Desgraciadamente en toda la ciudad se viven circunstancias de inseguridad. En la colonia se saben de varios robos a casas, algunos que ni siquiera salen publicados”, dijo Israel Martínez, quien reside en Jardines del Moral.
“Nosotros decidimos invertir en la seguridad de nuestra casa para proteger nuestro patrimonio: compramos un circuito cerrado de vigilancia, pero también tenemos alarmas, sensores de movimiento y un perro”.
Los ladrones jamás han visitado el hogar de la familia Martínez, pero de alguna manera las cámaras ofrecen esa sensación de tranquilidad. “Es bueno contar con sistemas de seguridad, mi familia está más tranquila porque se siente protegida”.
Sanjuana López Ramírez trabaja desde hace un año en una paletería ubicada en la calle Juárez y contó que en febrero fueron asaltados dos veces.
“Gracias a Dios no nos hicieron nada, pero sí fue impresionante que de un momento a otro una persona entra al local y te pide el dinero”.
Pero no fue sino hasta el segundo robo cuando se decidieron a poner sistemas de vigilancia.
“El dueño del local instaló dos cámaras y un sistema de alarma, desde entonces los que trabajamos aquí nos sentimos más seguros y no ha habido problemas”.
En un local de venta de aparatos musicales en la calle Hermanos Aldama se habían registrado robos de guitarras.
La medida para vigilar que utilizaron en la tienda fue colocar cámaras de vigilancia y sí pudieron controlar la situación.
Reflejan inseguridad
Para el antropólogo Armando Ochoa, la compra de sistemas de vigilancia es el reflejo de la inseguridad que vive la población de manera cotidiana.
“Somos constantemente bombardeados de terribles noticias de asaltos que nos crean la necesidad de sentirnos protegidos.
“Pero al mismo tiempo nos va creando esa sensación de pérdida de confianza en las autoridades porque sentimos que no hacen su trabajo y queremos, de una u otra manera, tomar el control y lo manifestamos adquiriendo cámaras de video o bien sistemas de alarmas que no garantizan que nuestro hogar o comercio sea visitado por los ladrones”.
FUENTE: www.am.com.mx