El día 25 de septiembre se llevó a cabo una reunión fundamental para la Ciudad de México. Se inauguró el Centro de Comando, Control, Comunicaciones, Cómputo, Inteligencia, Integración, Información e Investigación (C4i4) que es el centro que aglutina el funcionamiento de más de 13 mil cámaras que vigilan día y noche la Ciudad de México.

El C4i4 coordina el funcionamiento de cinco C2, cuya operación se apoya en 90 anillos de alta capacidad de fibra óptica, así como de centros de gestión y supervisión de la red de Telmex que garantiza el óptimo funcionamiento de las cámaras enlazadas en un sistema capaz de dar seguimiento en tiempo real a cualquier evento.

Forma parte del Proyecto Bicentenario “Ciudad Segura”, que integra la estrategia de seguridad que ha desarrollado el Gobierno del Distrito Federal. Inició con la instalación de cámaras y la construcción de cinco Centros de Comando y Control (C2) y ahora concluye con el C4i4.

“Esto es para siempre en la ciudad; nadie tiene esto en ninguna parte del mundo, sólo en la Ciudad de México”, afirmó Marcelo Ebrard –Jefe de Gobierno de la Ciudad de México- al inaugurar este centro.

El C4i4 cuenta con la participación de 47 dependencias del GDF, todas las bases de datos de las que dispone el Gobierno de la Ciudad y la posibilidad de reproducir eventos ocurridos en la vía pública sometidos a investigación ministerial.

El Jefe de gobierno se refirió a la importancia de las cámaras por el impacto que tienen en la incidencia delictiva. “Hay una clara disminución porque aumenta la eficacia de la policía”, indicó, y añadió que con esta infraestructura es posible verificar la reacción de la policía y después de acaecido un delito en la vía pública, saber qué ocurrió.

Las aplicaciones derivadas del uso de las cámaras son enormes. En materia de seguridad es indudable su valor, se vigila permanentemente muchas de las zonas de la Ciudad, pudiendo ubicar in fraganti muchos delitos acaecidos en la vía pública y atenderlos inmediatamente con la llegada de los efectivos de la Secretaría de Seguridad Pública en unos cuantos minutos. En caso de persecuciones de vehículos son un auxiliar invaluable para el éxito del mismo.

EL C4i4 tiene muchas aplicaciones adicionales a las tareas de seguridad, como es el caso de la materia de protección civil; permite ubicar percances riesgosos como incendios, fugas de agua, hundimientos o grandes concentraciones de personas. Lo cual facilita enormemente las tareas monitoreo de sucesos riesgosos. Como ya ha sido probado en varios casos de siniestros o reuniones masivas.

Igualmente, es un auxiliar invaluable en las tareas de tránsito, se pueden monitorear los “nudos” de vehículos y sincronizar los semáforos de manera que se agilice lo más posible. Localizar la ubicación de los metrobuses, verificar que fluyen adecuadamente, lo mismo que los vehículos de transporte público en los corredores cero emisiones.

Es claro que un proyecto de esta naturaleza no se improvisa, responde a un proceso bien pensado que se originó cuando el Jefe de Gobierno ocupaba la Secretaría de Seguridad Pública. En ese entonces (2003-2004) se instalaron 150 cámaras, con las cuales se logró una reducción de 35 por ciento en la incidencia delictiva; con base en esa experiencia –y en otras que se observaron en diversos países- se ideó el sistema que con la inauguración del C4i4 culmina.

El programa “Ciudad Segura” tiene una inversión de 460 millones de dólares que incluye, además de los cinco Centros de Comando y Control y el C4, la red de anillo de fibra óptica que los conecta y un laboratorio de capacitación para los cerca de 2 mil elementos que trabajan en ellos.

Uno de los hechos más notables del C4i4 es su avanzado diseño y tecnología que lo coloca como el más avanzado en el mundo, ya que ninguna otra ciudad tiene este volumen de cámaras con su operación centralizada en un solo lugar como ahora lo tiene la Ciudad de México.

Existen muchos casos en donde las cámaras han prestado un servicio decisivo, la mayoría no trascienden al conocimiento público, sólo algunos eventos muy notorios alcanzan las páginas de los diarios o las notas televisivas; sin embargo, su efectividad puede medirse en los cambios en los índices de inseguridad de la Ciudad.

Por ejemplo, la Ciudad pasó del lugar 3 al 17 en secuestros y en el presente año este delito ha disminuido 62.5 por ciento. En materia de robo de vehículos, el Distrito Federal es la única entidad del país en el que se disminuyó un 21.3 por ciento este delito, ubicándose en el lugar 22 de la tabla nacional al pasar de 70.4 a 52.7 vehículos robados al día. La cifra más baja en los últimos 19 años.

Si se comparan las cifras del Distrito Federal con los del Estado de México, se percibe claramente que la Ciudad está en una mejor situación. Por ejemplo, en un informe del CIDAC (Centro de Investigación para el Desarrollo A.C) de 2009 –organismo que está muy lejos de simpatizar con el GDF- consigna que el índice general de delitos en el Edomex fue de 55.73 frente a 40.61 del DF; en homicidios intencionales por cada 100 mil habitantes el Edomex tuvo una tasa de 14.3 y el DF de 4.4 (menos de la tercera parte); en vehículos robados de cada mil el Edomex tuvo 13.2 y la Ciudad de México 5.8 (menos de la mitad).

Incluso en estudios de percepción de la ciudadanía –en donde el margen de error puede ser muy grande al estar sujeta la opinión a influencias de los medios y ser totalmente subjetivos-, el CIDE (Centro de Investigación y Docencia Económica A.C.)  –otro organismo que tampoco simpatiza con el GDF- informa que: “Durante 2009 se nota una muy leve mejoría de la evaluación ciudadana sobre el desempeño policial en el Distrito Federal, al mismo tiempo que se observa un leve empeoramiento de la satisfacción de los mexiquenses respecto a su policía.” Lo mismo sucede en los índices de satisfacción de las víctimas en relación a la policía y al Ministerio Público, es mejor en el DF que en el Edomex.

La situación es clara, el GDF no pretende que una sola medida pueda abatir el problema de la inseguridad, tampoco afirma que la situación esté resuelta, es objetivo en sus análisis y consistente en sus programas. El programa de Ciudad Segura junto con otras medidas de reorganización de las instituciones de seguridad y los programas de cobertura social han demostrado que es posible contener a la delincuencia e ir mejorando los niveles de seguridad en la Ciudad.

La inauguración del C4i4 representa un eslabón más en esta larga cadena de medidas que han demostrado su eficacia y que –sin duda- son susceptibles de aplicarse en el resto del país