La patente de un vehículo que participa de un secuestro exprés "leída" por el zoom de una cámara de alta definición. La fisonomía identificada de un hombre que charla en el andén con la joven que luego violará, aunque el ultraje no logre verse. El delincuente empeñado en destruir el domo que lo otea en vivo para poder delinquir en San Martín.

Esos son algunos delitos que la Justicia logró esclarecer mediante el aporte de grabaciones, enarboladas como elementos probatorios. Hoy miles de "ojos electrónicos" actúan contra el delito en el espacio público. A fines de este año la ciudad de Buenos Aires y comunas como San Martín, Vicente López, San Isidro y Tigre sumarán un 35% más cámaras a las alrededor de 4000 en funcionamiento.

En la esfera privada hay cada vez más usuarios de esos "ojos de halcón". Según expertos, el principal atributo de las cámaras radica en su poder disuasivo del delito, pues la grabación resulta una prueba irrefutable.

 

Convertida en un fenómeno global, la videovigilancia obedece a la eficacia que suma la tecnología cuando se la articula dentro de un sistema integral y sincronizado de seguridad y judicial.

 

Así lo aseguran jueces y responsables de la seguridad en la Capital y en distritos del conurbano. Allí, en los últimos dos años creció exponencialmente el número de videocámaras insertas en centros de monitoreo y de almacenamiento de datos, articulados con sistemas de comunicación.

"Hay que decirlo: son eficaces sólo si están insertas dentro de un sistema de comunicación integral, con capacidad de respuesta policial rápida. Si no, estás sólo filmando el delito. Aunque esa ayuda es invalorable para la Justicia ya que, probada la materialidad del hecho, pasás a discutir la calificación penal", afirma el ex juez y actual ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro.

"Nosotros recién logramos la eficacia esperada en marzo al inaugurar el Centro Unico de Comando y Control (CUCC), de donde se despacha a la policía y al sistema de emergencias, que en las comunas 12 y 15 demoran 4 minutos en llegar. Nos falta integrarlo con bomberos, tránsito y personal de seguridad de la Policía Federal".

Desde su instrumentación, las cámaras de la ciudad detectaron 2600 delitos en flagrancia. Sus correspondientes filmaciones engrosan ahora igual número de causas judiciales.

"Desbaratamos desde redes de punguistas en la peatonal Florida, organizaciones de trata de personas en Constitución y de drogas en la Villa 31; previnimos casos de pedofilia y evitamos suicidios", enumera Eugenio Burzaco, jefe de la Policía Metropolitana. "Resuelven, sobre todo, los delitos sistémicos, ya que es difícil prevenir un hecho aleatorio. Parece un chiste, pero los delincuentes repiten hábitos y conductas y así, con mirada entrenada, los detenemos".

El gran reparo que apunta a la invasión de la privacidad y al resguardo de los datos personales (la imagen y la voz de las personas) no se tradujo, hasta ahora, en un reclamo. En Tigre y San Isidro, por ejemplo, la instalación de cámaras tiene 93 por ciento de aceptación ciudadana, según datos oficiales.

El gobierno porteño se previno de posibles controversias con un software especial que ensombrece la pantalla cuando la cámara panea delante de una ventana. Los datos allí se almacenan por 60 días y por 30, en la provincia de Buenos Aires.

El Poder Judicial es el ámbito donde mayor uso se les da a las filmaciones: por mes, en San Isidro, donde se producen 700 detenciones -según indica el subsecretario de Seguridad, Héctor Alcántara- se responden 300 oficios judiciales; en Tigre, 100 y en la Capital, unos 50.

"Tenemos un promedio de 240 eventos diarios, que moviliza al personal policial", explica el secretario de Seguridad de Tigre, Diego Santillán. "No se puede cuantificar la prevención, pero sí las veces que utilizás el sistema. En nuestro caso son más los eventos preventivos que los esclarecimientos. Y cuando hubo ilícitos, como el intento de robo al blindado en Benavídez, se difundieron."

Un caso resonante sentó "precedente" en ese distrito. Fue cuando, alertada por las cámaras, la policía detuvo a un ladrón por intento de robo y el fiscal Marcelo Lloret consideró que la grabación no acreditaba el delito, por lo que lo liberó.

"La filmación nunca puede reemplazar un testimonio", argumentó Lloret, quien fue separado de la causa por el fiscal general Julio Novo. Este, además, revocó su dictamen. "Acá hubo graves errores de interpretación y de concepto", dijo Novo. Luego, el nuevo fiscal, Mariano Magaz, logró el procesamiento del autor del hecho.

El propio intendente de San Martín desafió a quienes las rechazaban en su partido: "Son necesarias. Y, aunque los delincuentes las rompan una y otra vez, las cámaras se van a instalar igual".

MAYOR VIGILANCIA

 

  • Ciudad de Buenos Aires
    2800

    Será el total de las cámaras que estarán instaladas para fines de año.

 

Municipio de San Isidro
900

Prevén tener instaladas en diciembre. Hoy funcionan 620.

 

  • Municipio de Tigre
    800

    Habrá esa cantidad en funcionamiento para diciembre próximo.

 

 

  • Mun. de Esteban Echeverría
    150
    Alrededor de 50 cámaras están ubicadas en zonas comerciales.

 

 

  • Municipio de Morón
    182

    Es la cantidad total prevista para antes de fines de año.

 

 

  • Municipio de Quilmes
    210

    Para 2012, prevén extender la instalación de cámaras.

  • FUENTE: www.lanacion.com.ar