La modificaciones reglamentarias de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) y la creación de una Comisión de Seguridad no han podido erradicar ni prevenir la violencia en los estadios del país.

En el 2008, la FEF tomó una decisión que pretendía evitar hechos violentos en los escenarios donde se disputa el campeonato nacional. Para calificar a un escenario, exigió a los clubes la instalación de un circuito cerrado de cámaras para identificar a las personas que protagonicen desmanes antes, durante y después de los partidos.

La decisión fue tomada en el Congreso Ordinario que se realizó en enero de ese año. Cuatro meses antes, durante un clásico del Astillero, en el estadio Monumental, falleció el niño Carlos Cedeño producto del impacto de una bengala que fue supuestamente lanzada desde una localidad de la general sur.

Según José Vinueza, general retirado de la Policía y presidente de la Comisión de Seguridad de la FEF, la falta de un marco legal que sancione penalmente a los hinchas infractores ha provocado que la presencia de cámaras en los estadios no dé resultados efectivos. “Si no hay una ley que castigue, cualquier esfuerzo va a ser en vano”, analizó el directivo de la Ecuafútbol.

El Campeonato Nacional de la Serie A se juega en 11 estadios distribuidos en ocho provincias.

Según Vinueza, en todos ellos hay instaladas cámaras de vigilancia que sirven para monitorear los incidentes que se producen en las gradas.

Pero cuando los “malos hinchas” son identificados y aprehendidos, se encuentran con que las leyes ecuatorianas no tipifican como delito las agresiones entre barras y el lanzamiento de objetos contra los jugadores, árbitros y técnicos.

Es precisamente eso lo que establece el proyecto de Ley Antiviolencia que dentro de 60 días la FEF, el Ministerio del Deporte, el Ministerio del Interior y la Policía Nacional le entregarán a la Asamblea Nacional para su análisis, debate y aprobación.

Este proyecto tiene ya 10 años en el limbo. Fue presentado en el 2001 por el ex diputado roldosista y ex directivo de la FEF Carlos Kure. Según el ex legislador, el tratamiento de otras leyes consideradas “prioritarias” desplazó su propuesta.

Según el texto del proyecto, el delito contra la integridad física entre aficionados y contra los actores del espectáculo futbolístico sería penado con “reclusión de uno a tres años”. La destrucción de los bienes y propiedades de terceros dentro y fuera de los estadios sería sancionada con la pena de tres a seis años de reclusión menor ordinaria.

La iniciativa contempla además la creación de la Comisión Nacional Contra la Violencia en Eventos Deportivos (Conaved).

FUENTE: www.elcomercio.com