Como parte del plan de seguridad que las autoridades británicas tienen previsto para dar
protección durante los Juegos Olímpicos, tanto a los espectadores como a los participantes, se utilizarán aviones no tripulados equipados con cámaras de vigilancia.

Además, se brindará apoyo mediante buques de guerra anclados en el río Támesis, así como helicópteros de ataque en órdenes de espera y un ejército de 50 mil integrantes de la fuerza de seguridad.

Se tiene estimado un presupuesto de mil 600 millones de dólares para la realización de la justa olímpica, lo que significa que el evento tendrá la mayor vigilancia de alta seguridad que ha vivido la región en tiempos de paz, aunque las autoridades han intentado tranquilizar a los asistentes.

Aviones podrían invadir la privacidad de los asistentes

La implementación de los aviones que tienen la facultad de mirar claramente la matrícula de un auto a un kilómetro de distancia es para brindar una mejor protección a los asistentes de los Juegos Olímpicos, aunque las voces de algunos espectadores han apelado por su privacidad.

Por otra parte, Emma Bonn, integrante de la Alianza de los Contribuyentes expresó su preocupación por el drástico aumento de los gastos económicos que realizará el gobierno británico en materia de seguridad, los cuales han rebasado el nivel estimado en un principio.

De igual forma, el director de la campaña sobre privacidad y libertades civiles de la organización Big Brother Watch, Nick Pickles, aseguró que "sería una tragedia total para toda la Gran Bretaña si la vigilancia continúa en apogeo aún finalizado el evento olímpico".