Comerciantes del centro instalan 12 cámaras y 22 alarmas para evitar robos

 

En poco menos de tres meses, la calle 8 Poniente entre la 2 y la 4 Norte se convirtió en la más segura de la ciudad de Puebla, algo que sus comerciantes lograron sin la ayuda de alguna autoridad de gobierno.

Por su cuenta y con su propio dinero, los comerciantes decidieron instalar 12 cámaras de video, que graban las 24 horas al día, así como un total de 22 alarmas, equipo con el que desde el mes de diciembre pasado evitaron que ocurriera asalto alguno en esta cuadra, luego de que se cometía un ilícito diariamente por lo menos.

No todos los propietarios de establecimientos decidieron participar en su propia seguridad, pero quienes sí se organizaron y ahora encabezan este movimiento están seguros de algo: lo hacen por sus clientes, porque saben que dependen de ellos y porque es necesario que la ciudadanía confíe en el Centro Histórico y regrese a realizar sus compras aquí.

Todo comenzó con el asalto a tres negocios en tres días consecutivos hace poco más de tres meses: un boquete en una papelería hecho durante la madrugada y dos asaltos en plena luz del día. Fue entonces cuando Georgina Gómez Ruiz, propietaria de una tienda, decidió visitar a cada uno de los 40 establecimientos ubicados en esta calle y plantearles que era necesario hacer algo.

Se reunieron más de 70 mil pesos, se compraron las videocámaras y fue necesario mucho trabajo para instalarlas, pues nadie era experto en la colocación y uso de estos aparatos; se compró el cableado y también se compraron las alarmas, cuyos botones fueron instalados en los establecimientos comerciales, además de que se colocaron carteles que advirtieron de la vigilancia en esta calle.

La primera prueba de fuego de este equipo instalado fue a principios de diciembre: un “cadenero” intentó arrebatar sus joyas a una mujer a unos metros de la 4 Norte, sobre la 8 Poniente; la perjudicada gritó, los comerciantes comenzaron a sonar las alarmas y el presunto delincuente salió huyendo. Su imagen ahora la tienen los comerciantes y lo tienen identificado plenamente.

“Queremos darle la bienvenida a todos nuestros clientes, a los turistas, a los poblanos. Que sepan que los vamos a auxiliar si algo les pasa, si se tropiezan y se lastiman un pie o si atropellan a alguien por bajarse de la banqueta. Que en esta cuadra sientan amabilidad y protección. Comenzamos a grabar a los delincuentes y los terminamos alejando”, expresó Gómez Ruiz.

Otro de los comerciantes, Edson González, se levanta de su asiento y acciona una de las alarmas; inmediatamente suenan otras dos y los comerciantes comienzan a salir de sus negocios, preguntan qué pasó.

“En ningún momento este sistema es de vecino vigilante o algo así. No se trata de tener acciones heroicas ni respuestas contra agresiones. Esto es preventivo y las autoridades deben seguir haciendo su tarea. Si la mayoría de comerciantes en el Centro Histórico pueden seguir nuestro ejemplo y organizarse, podemos darle mejor seguridad al que es centro comercial más grande de Puebla”, expresó González.

El comerciante agregó que el Centro Histórico es el empleador más grande del estado de Puebla, y las autoridades locales no deberían menospreciar este esfuerzo, pues lamentó que especialmente los domingos los centros comerciales como Angelópolis y otros “que están fuera del municipio”, son más vigilados que a toda la concentración de personas, paseantes y turistas, que llegan al primer cuadro de la ciudad.

La actividad en esta calle es prácticamente de 24 horas: con dos taquerías abiertas casi todo el tiempo, instalaciones de la Universidad Autónoma de Puebla y casi medio centenar de negocios, “la 8 Poniente volvió a tener vida” y ahora pedimos reconocimiento como una “senda segura”, expresaron los comerciantes

 

FUENTE:La Jornada de Oriente