Con 400 cámaras dan seguridad a San Lázaro.
El Palacio Legislativo de San Lázaro, vital para el Estado mexicano, está bajo resguardo de un complejo sistema que debe garantizar la seguridad de 500 diputados, y hasta siete mil personas que en un día de sesiones ingresan al recinto.

Los movimientos de todos, desde el más poderoso político, hasta el visitante más modesto que entra a pie, quedan en la memoria de un “Gran Hermano”, con 400 ojos. Es la mirada vigilante que no descansa.

La seguridad de la Cámara de Diputados emplea un sistema de circuito cerrado de televisión, equipos de reacción a explosivos, de detección de sospechosos, al tiempo de que en sus accesos aplica un protocolo de supervisión, al que se agregó una lista negra de gente “indeseable”, a los que está prohibido el paso; es decir, quienes por algún reporte o antecedente se sabe podrían generar inestabilidad en el recinto.

El inmueble está cubierto por un conjunto de mecanismos que le restan vulnerabilidad, y garantizan que los legisladores lleven a cabo sus tareas, informa el director general de Resguardo y Seguridad, Carlos Gómez Arrieta.

Durante tres décadas, la Cámara de Diputados ha sido área de expresión de las más diversas posiciones políticas, y hasta sus puertas, como si se tratase de La Meca del sistema político mexicano, han llegado los movimientos sociales de cada época.

Ese conjunto de nueve edificios ha resentido la destrucción de rejas, irrupción de caballos en el vestíbulo, bloqueo de los accesos al salón de sesiones, tomas de tribuna maratónicas, acompañadas por mítines en las calles que delimitan la manzana legislativa de 17.5 hectáreas.
fuente:diario.com.mx