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Todos coinciden en que la prevención es el arma más fuerte de los ciudadanos en contra de la delincuencia urbana, pero a la hora de que una junta de condominio someta a consideración un proyecto de seguridad en su calle o edificio porque la violencia asola la capital, paradójicamente no se le otorga la prioridad requerida, aunque salga más barato un plan de seguridad que un celular de alto desempeño, según la empresa Coverhost.

"Un proyecto de seguridad para un edificio representa un tercio de lo que tendría que gastar un grupo familiar para una casa. El paquete básico, utilizando de una a cuatro cámaras con alcance de 7 metros, y una computadora que ya posea el cliente, está por debajo de los 3 mil bolívares fuertes. Es más económico que un celular de alto desempeño y funciona para un edificio", asegura Guaicaipuro Hidalgo, director de esta empresa con 14 años en el mercado nacional.

"A pesar de todo lo que está pasando nuestra experiencia es que aún no hay cultura de prevención y menos de inversión en el área privada cuando se habla de condominios. La gente que vive en casas habilita cercos eléctricos, coloca cámaras, alarmas y demás dispositivos para prevenir cualquier presencia de la delincuencia, pero en los edificios donde no estamos hablando de una familia sino de 10, 20 o 30, la situación cambia y los proyectos de prevención en seguridad se pierden en el mundo burocrático de los condominios", dice Hidalgo.

Las intromisiones en las residencias por grupos comando, los robos y hurtos en los estacionamientos, los secuestros exprés, son denunciados cada semana. Hace un mes una familia en la avenida Roosevelt daba cuenta a través de estas páginas, del robo a su apartamento y de cómo la nieta de 9 años sirvió de lazarillo a los delincuentes.

"Y aun así, con todo lo que estamos viviendo, la gente no tiene acceso a sistemas que permitan detectar de manera temprana la situación de violencia por falta de cultura de prevención. Las policías están desbordadas por la criminalidad y todos los modus operandi de los que tenemos conocimiento revelan la carencia de recursos. La gente no tiene herramientas, en una ciudad altamente violenta, altamente conflictiva, hay que disponer de mínimos obstáculos para disuadir a los delincuentes y para prevenir la inseguridad.

La clave en este momento para los ciudadanos es la prevención", afirma el especialista.

DISPOSITIVOS PARA EVITAR SER VÍCTIMAS

Parte de la nueva filosofía de la seguridad privada es colocar elementos de disuasión y hacer accesibles instrumentos de seguridad para el ciudadano común, apunta el director de Coverhost, ya no sólo para aquellos que poseen grandes recursos. Por ello instalaron varios sistemas de alarma en barrios de Petare, Catia, Guarenas, Guatire y los Valles del Tuy, buscando soluciones tecnológicas a sectores de bajos ingresos; sin embargo, desde finales de 2009 y primer semestre de 2010, "la gente de estas parroquias ha detectado que están más propensos a ser objeto de la delincuencia en la vía pública que en su casa".

La inversión en seguridad privada, según esta empresa, se desaceleró en el último año por efectos de la recesión económica y de la devaluación de la moneda. En los años precedentes el crecimiento de este rubro era de 50% interanual y en 2010 ha sido de 25%. "No es que ha disminuido la inseguridad, sino que entre la inflación y las dificultades para la importación de tecnología, cambiaron las prelaciones".

A pesar de eso, hay variadas ofertas en el mercado local no sólo de este servicio sino de otros que son asequibles a los condominios y a los particulares para sus apartamentos. Concretamente, Coverhost tiene equipos que apoyan sistemas de vigilancia privada o que incluso pueden sustituirlos.

"Lo que detectan las cámaras se ve en el teléfono aunque la persona esté en su trabajo o incluso si está de vacaciones".

Instalan el servicio en la Gran Caracas, Valencia, Maracay y otras ciudades de la parte central, con dispositivos de tecnología italiana.

 

 

FUENTE: www.talcualdigital.com