Así será la política de seguridad frente a siete temores de los bumangueses


Más allá del número de policías que atiendan un CAI, de la cantidad de cámaras que se instalen en las calles o incluso de los aportes presupuestales; la seguridad de Bucaramanga debe pasar por cosas tan elementales como la reinstalación de la farola robada al alumbrado público de la cuadra de un barrio, para que la oscuridad no sea cómplice de la delincuencia.
Además, es preciso diseñar estrategias, como Observatorios Públicos del Delito, que les permitan a las autoridades adoptar planes que frenen el accionar de los ladrones.

Para Francisco José Lloreda Mera, alto consejero presidencial para la Convivencia y la Seguridad Ciudadana, “este no es solo un asunto de policía; requiere de la articulación y de la coordinación de distintas entidades que contrarresten los delitos”.

A su juicio, los raponazos, el maltrato intrafamiliar, los robos a entidades comerciales, de carros y motos; así como las lesiones suscitadas tras acciones violentas, disparan de manera considerable los índices de inseguridad en la medida en que no exista prevención ni se adpoten controles.

Además, dijo que, “como ciudadanos podemos contribuir a la seguridad, no solo tomando precauciones en nuestra vida diaria, sino también organizándonos con los vecinos para trabajar a favor del orden público. De igual forma, es importante el concurso de gremios y de quienes hacen un trabajo en lo social, tales como ONG y fundaciones”.

En su paso por la capital santandereana, señalada por el Gobierno Nacional como una de las 20 localidades que más aportan a los delitos en Colombia, Lloreda Mera presentó las iniciativas que se han diseñado para garantizar la convivencia y la seguridad ciudadana.

Por considerarlo de interés para nuestros lectores, en la Entrevista de la Semana, el Alto Consejero explica cómo se pueden enfrentar los siete grandes temores que hoy sienten los bumangueses tras la inseguridad que los acosa.
Veamos:

¿Cómo resumiría los ejes de la política nacional de seguridad?

Respuesta oficial: Debo decir que la prevención social es la principal vacuna contra la violencia y la criminalidad en el mediano y largo plazo; pero a veces se subestima. Por eso, ella es uno de los ejes fundamentales de la política e incluye acciones de diverso tipo como por ejemplo, evitar la desescolarización de los jóvenes, ampliar la jornada educativa para que se cuente con actividades extracurriculares y no terminen deambulando por las calles. También planteamos acciones tales como: la prohibición total de uso de celulares en cárceles y bloqueos de señales en dichos centros penitenciarios; la generación de empleo; y el refuerzo de los Centros Integrados de Intervención, en donde los ciudadanos puedan encontrar en un solo lugar los servicios de Policía, Justicia y Fiscalía, así como tener acceso a sus programas nacionales y locales.

Temor al ‘raponazo’ callejero:
Son tan graves las cifras en ese sentido que en Bucaramanga, por citar solo un ejemplo, el número de asaltos por cada cien mil habitantes es superior al de los promedios de ciudades como Medellín, Cali y Bogotá. Nuestro Municipio tuvo el año pasado una tasa de robos de 478 casos por cada 100 mil personas; mientras en una ciudad como la Capital de la República se presentaron 239 casos por la misma cantidad de habitantes.
Respuesta oficial: La implementación del Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes, de la cual Bucaramanga podría llegar a ser la ciudad modelo, permitirá la atención directa de las necesidades del vecindario. Y es que la división en cuadrantes supone la existencia de seis uniformados en cada una de las 56 zonas de la ciudad, quienes deberán conocer las problemáticas de la comunidad y estar en contacto permanente con los ciudadanos. Esperamos que los llamados hurtos comunes, en esta capital, bajen de manera considerable.

Temor a la oscuridad. Muchas zonas de la ciudad están sin alumbrado; y las ‘tinieblas’ son sinónimos de actos delictivos:
Desde noviembre pasado a la fecha, más de diez concurridos sectores de Bucaramanga se han visto gravemente afectados por las acciones indiscriminadas de algunos delincuentes, dedicados al robo de cables y de transformadores. Ellos se han apoderado de 55 mil metros de cable y tres transformadores, provocando apagones en zonas como la calle 45, la calle 11, la Puerta del Sol y el barrio El Porvenir, entre otros.
Respuesta oficial: Además de pensar en la millonaria inversión que habría que destinar para garantizar el alumbrado público hurtado, también se deben plantear algunos planes inmediatos para mitigar los problemas de seguridad que esta situación ha generado. Tenemos que aunar esfuerzos en este frente para que, tanto la Policía como la Oficina del Alumbrado Público establezcan soluciones concretas para desterrar esta situación de una vez por todas.

Temor a denunciar. Como la Policía no actúa, se presentan represalias de los hampones contra quienes reportan los delitos:

¿Por qué la gente en la calle sabe en dónde se venden drogas alucinógenas y la Policía, al parecer, se hace la de la ‘vista gorda’?
Respuesta oficial: La razón por la cual no se denuncia no es tan sencilla como parece; hay quienes no lo hacen por temor, por falta de confianza o porque incluso “se tiene rabo de paja”. Pero quienes sí denuncian le hacen un bien al país porque permiten adelantar investigaciones e iniciar la judicialización y, de paso, garantizan que la justicia llame a cuentas a los hampones. Es importante denunciar y entender que las autoridades están en general preparadas para recepcionar denuncias, ofreciendo el cuidado que requieren las personas. Por supuesto, a veces hay problemas que se tienen que solucionar al interior de la Policía. Se debe trabajar en ello pero, sobre todo, se tiene que recuperar la confianza y el respeto hacia el agente. Está demostrado que cuando el ciudadano cree en la autoridad, tal confianza se percibe en el barrio y el ladrón desiste de actuar. Nosotros le estamos apostando a la implementación de la Primera Gran Encuesta Nacional de Victimización, con el fin de obtener un panorama completo sobre el volumen de los delitos y sus caracterizaciones.

Temor a las exiguas condenas para los delincuentes:
La impunidad es otro de los graves problemas de la inseguridad en Bucaramanga. Más dura un ladrón en robar, que en ser absuelto en los estrados judiciales.
Respuesta oficial: Más allá de entrar en una discusión sobre las bondades o no del Sistema Penal Acusatorio, me parece importante que apreciemos resultados tangibles del mismo. El incremento de la población carcelaria solo se puede explicar por una acción más decidida de los operadores de la justicia; ahí pareciese caer en un contrasentido quienes lo critican, sin perjuicio de que requiera o no ajustes. Estamos en la mira de regular nuevas medidas para contrarrestar esta problemática.

Temor por el futuro de los hogares, sobre todo de los hijos; involucrados en actos de pandillaje, drogadicción y prostitución:
El alto índice de desempleo, la pobreza, el avanzado estado de descomposición del núcleo familiar y las pocas posibilidades de educación de la juventud han incrementado la delincuencia en la capital santandereana.
Respuesta oficial: Es una pena comprobar que 80% de los jóvenes delincuentes provienen de hogares destruidos; algunos por la violencia en el campo y otros por el maltrato intrafamiliar. Muchos de los delincuentes son menores, quienes incluso abandonaron sus estudios. 50% de ellos no sobrepasan los 22 años y, por lo general, han pertenecido a diferentes pandillas. Nuestra política contempla el impulso de programas de generación de ingresos y de primer empleo para jóvenes en alto riesgo.

Temor a la intolerancia:
Este es otro dato que preocupa en materia de seguridad. De 327 lesiones por cada 100 mil habitantes ocurridos en 2010, se pasó a la cifra de 412 víctimas.
Respuesta oficial: Es necesario prestarle especial atención al tema de la intolerancia, pues en el 67,6% de los casos, en Bucaramanga, los asesinatos obedecieron a riñas personales. Nuestra estrategia trabaja por la implementación del Nuevo Código de Policía para regular y sancionar conductas que lastimen la convivencia.

Temor a los homicidios:
Si bien es cierto que las tasas de homicidio en la capital santandereana han disminuido, aún se tiene una tasa de 32 asesinatos por cada cien mil habitantes.
Respuesta oficial: Nuestro propósito es ser duros con el crimen, pero también con las causas del mismo. Por ello, el  Gobierno Nacional definió una política que no se restringe a la actividad de Policía, sino que aspira a trabajar en la solución de causas estructurales; especialmente de carácter social y cultural que en algunas ocasiones explican el delito. Nuestra iniciativa, que es de carácter integral, busca ser implementada especialmente en las ciudades capitales de Departamento; y, por supuesto, Bucaramanga está en la mira.

FUENTE:Vanguardia Liberal