Empresarios insisten en instalar videocámaras
Alcaldía no tiene fondos para impulsar el proyecto en la zona comercial.
El proyecto de instalación de cámaras de video vigilancia en el centro de la ciudad de San Miguel va a paso lento. El principal obstáculo es la falta de recursos, de acuerdo con lo manifestado por el alcalde migueleño, Wilfredo Salgado (ver nota aparte). La comuna aún espera a los cooperantes que financien la adquisición de 30 a 50 cámaras y el sistema de circuito cerrado que sería colocado en el centro comercial y las principales calles de acceso a la ciudad.
Hace más de un año, en julio de 2010, representantes de la Cámara de Comercio e industria de El Salvador (CCIES), filial San Miguel, solicitaron al alcalde la instalación de al menos un sistema de seguridad que facilitara la reducción de hechos delictivos que se cometían contra micro, pequeños y medianos comerciantes de la zona céntrica de la ciudad.
En esa ocasión, los dirigentes de la gremial ofrecieron apoyar en la compra de los aparatos de vigilancia, pues el alcalde migueleño, Wilfredo Salgado, fue enfático al decir que la comuna no contaba con fondos para montar un sistema de seguridad de circuito cerrado. Meses después los mismos empresarios hicieron una petición formal a la Asamblea Legislativa para realizar una reforma de ley que permitiera cambiar el Código Procesal Penal y que se aceptara los videos, fotografías y otras imágenes como pruebas en juicios y otros procesos judiciales.
Sin embargo, ambas peticiones quedaron en el aire, pues la alcaldía todavía no cuenta con los fondos necesarios para realizar el proyecto de cámaras de vigilancia y la Asamblea Legislativa tampoco ha retomado el tema de hacer una ley para que los videos y fotos se usen contra de los delincuentes.
Mayor seguridad
Para Howard Gutiérrez, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CCIES), filial San Miguel, estos aparatos han servido en otros departamentos para evitar robos, asaltos, hurtos, ataques y extorsiones en contra de propietarios y empleados de negocios, así como de los clientes que los frecuentan; por lo que es de suma importancia que sea replicado en la ciudad de San Miguel.
“Colocar cámaras en puntos estratégicos de la ciudad sería de mucho beneficio, porque permitiría controlar desde un ratero hasta un delincuente que cometió un acto criminal. Es una herramienta que ayudaría muchísimo a las autoridades para llevar un mejor control y en los lugares donde se ha desarrollado ha ayudado a bajar los índices delictivos”, manifestó Gutiérrez.
El empresario migueleño recordó que la CCIES continua con la idea de colaborar con el proyecto de la alcaldía, ya sea que les pidan algún tipo de aporte económico o logístico.
Carlos Chávez Pineda, propietario de un negocio de reparación y venta de relojes, ubicado en 3.ª avenida sur de San Miguel, también apoya la colocación de cámaras de vigilancia por parte de la alcaldía, pues considera que con esta herramienta se mejoraría la seguridad en la zona céntrica de la ciudad y en especial en los mercados municipales, que es donde se aglutina la mayor cantidad de personas.
“La ventaja es que gracias a las cámaras se detecta el delito en el momento en que se está cometiendo y la policía puede reaccionar y detenerlos a los asaltantes. Así estarían más seguro los dueños de negocios, la gente que tiene sus ventas en la calle y todas las personas que a diario transitan por la zona del centro”, sostuvo.
El empresario restaurantero Antonio Romero, quien también es miembro de los grupos sectoriales de la Cámara de Comercio, es de la idea que para que funcione el proyecto de instalación de cámaras de vigilancia es preciso que los aparatos se coloquen en puntos clave de la zona céntrica de San Miguel y que además se acompañe por un refuerzo policial.
“Lo que nosotros hemos solicitado a la policía es que además de las cámaras se instalen anillos de seguridad, donde haya policías que puedan reaccionar al cometimiento del delito”, dijo Romero y agregó que este sistema de vigilancia puede ser aprovechado para evitar que se violen las reglas de tránsito.
Destacó que estos aparatos son utilizados en otros países con gran eficacia, ya que los sistemas de circuito cerrado le sirven a las autoridades policiales para disuadir a las personas de cometer delitos comunes o de tránsito, y al mismo tiempo las cintas y grabaciones se usan como prueba en contra de los delincuentes.
FUENTE:La Prensa Gráfica