El Gobierno de Estados Unidos ha financiado el desarrollo de un sistema de vigilancia creado por dos investigadores en colaboración con la Universidad Carnegie Mellon. Su sistema, presentado la semana pasada, sería capaz de predecir las acciones de las personas a las que graban las cámaras de seguridad.

La vigilancia automática es capaz de detectar actividades sospechosas como, por ejemplo, abandonar una maleta durante varios minutos en una estación o aeropuerto. Y, a diferencia de los operadores humanos, no se distrae ni se cansa.

Este sistema tiene dos partes. Por un lado está la detección de objetos en las imágenes, una tecnología bastante avanzada (como demuestran, por ejemplo, Google Street View, que detecta y desenfoca de forma automática las caras, o Kinect).

Por otro, y aquí es donde entran los investigadores Alessandro Oltamari y Christian Lebiere, que han creado un ‘motor cognitivo’ que es capaz de entender las formas en que interactúan nombres y verbos.

Según explican en su estudio (PDF), en su herramienta los objetos y personas detectados son los nombres, mientras que las acciones son el equivalente de los verbos.

A ellos se les suma otra investigación, conocida como previsión de actividad, que estudia lo que hará un humano en función de las trayectorias físicas consideradas más probables.

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