En Oaxaca existe un grupo de policías especiales, los cuales no ven ni escuchan, se hacen llamar Los Ángeles del Silencio y controlan cámaras de seguridad en el municipio.
Se encuentran en un plan piloto con el que tratan de combatir el narcotráfico en el estafo que aqueja al narcotráfico. En su estatus de sordomudos, son 19 de ellos los que conforman un grupo que se ha convertido en “los ojos de la institución en Oaxaca”.
Así los describió su coordinador, Mauricio, quien es el encargado de traducir a través del lenguaje de señas al resto de personal policial, ejército y a la policía federal. En el centro de mando donde se ubican estos policías especiales, se controlan alrededor de 200 cámaras que están colocadas en las principales colonias de la ciudad de Oaxaca.
El sistema funciona de la siguiente manera: cuando este detecta alguna irregularidad, se le comunica a patrullas policiales que acuden a revisar la zona.
Siguiendo el ejemplo de los Ángeles del Silencio, varios sordomudos han comenzado a prepararse para desempeñar estas tareas en el centro de mando en diversas ciudades del estado como Huajuapa de León, Tuxtepec, Juchitán, Puerto Escondido y Huatulco.
Esta actividades les proporciona gran satisfacción a los sordomudos, quienes aseguran sentirse útiles para la sociedad con el desempeño de su trabajo.