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La Paz:En cárceles, nadie vela la seguridad de los visitantes

El Gobierno y la Defensoría del Pueblo confirman la vigilancia precaria y falta de control para el ingreso de gente a penales. Dentro de los recintos, la custodia es nula

El descubrimiento de un cadáver en el penal de Palmasola y la desaparición de una bebé en la cárcel de San Pedro dejaron al descubierto, en abril, la falta de seguridad para visitantes dentro de prisiones. El Gobierno y la Defensoría del Pueblo confirman la “precaria” vigilancia policial.

El primer hecho tuvo lugar en el recinto penitenciario cruceño el 6 de abril, cuando la Policía descubrió que Marco Ramiro Colque, reo sentenciado a 30 años de prisión por feminicidio, mató a su esposa Kenia Hidalgo y la enterró en su misma celda del Pabellón 23. El crimen habría ocurrido hace un año y se lo descubrió por la denuncia de otro preso, quien ayudó a enterrar a la mujer y no recibió el pago que se le comprometió.

El segundo caso que llamó la atención de la ciudadanía se destapó el 24 de abril, cuando se conoció la desaparición, dentro del penal de San Pedro de La Paz, de una bebé de cuatro meses y que según la madre dejó al cuidado de su padre (preso) el 28 de marzo. Cuando la progenitora reclamó a la menor, su pareja le dijo que sus papás la llevaron a Yungas. Esta denuncia aún es investigada y se teme que la niña haya sido asesinada.

Inseguridad. Ambos hechos se dieron a conocer días después de la desaparición de personas que no estaban privadas de libertad, pese al control policial de entrada y salida de visitantes. La vigilancia de la Policía dentro de los penales es nula.

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, confirmó que “los controles en las cárceles son insuficientes porque, como es de conocimiento público, en los centros penitenciarios del país los internos son los que tienen una buena cuota de decisiones propias y autónomas. Ellos tienen sus propios dispositivos de seguridad y en algunos casos ellos manejaban hasta los servicios”.

Explicó que el caso de Santa Cruz causó preocupación en el Gobierno porque la persona que ingresó a la celda y fue victimada “ni siquiera estaba registrada (en el cuaderno); tal vez porque el apunte de personas que entran al penal se lo hace artesanalmente y no es fácil de manipular”.

Al referirse al caso de San Pedro, Romero dijo que se presume que el padre de la bebé le quitó la vida porque no quería tener la responsabilidad del cuidado. Añadió que la niña fue ingresada por su progenitora que la dejó en el lugar. Por último, señaló que esta denuncia aún es investigada y se busca el cuerpo de la menor dentro de la cárcel paceña.

“Estos dos hechos de Santa Cruz y de La Paz demuestran la precariedad de nuestro sistema carcelario, no solo en ambos”, lamentó Romero.  La representante de la Defensoría del Pueblo de La Paz, Teófila Guarachi, lamentó ambos hechos y aseguró que es un problema estructural que está vinculado a la administración de justicia en el país.

“No podemos alejar la problemática de la seguridad penitenciaria que está dentro de un problema estructural. Nosotros, en las oportunidades que realizamos verificaciones defensoriales en los centros penitenciarios del país, evidenciamos que existe un número reducido de efectivos policiales. A ello se suma la inexistencia de cámaras de seguridad y precaria infraestructura”, declaró Guarachi.

Al respecto, Romero aseguró que la solución para esta deficiencia carcelaria es el proyecto de seguridad ciudadana Bo-110 presentado en la Cumbre de Seguridad Ciudadana, que incorporó la tecnología para los centros penitenciarios de Bolivia.

“Las cárceles de mayor seguridad en el mundo tienen cámaras de video vigilancia, registro biométrico para el control de las visitas y el control de inhibidores de llamadas telefónicas de celulares. Esos sistemas los vamos a implementar en un corto y mediano plazo”...LEER NOTICIA COMPLETA