Bogotá:Alta consejeria para la seguridad.

Las estrategias que se han aplicado desde hace, al menos seis años, en Villavicencio para enfrentar el delito,  no han sido malas per en algo estamos fallando.

El presidente Santos hace dos años desató una ofensiva contra las pandillas de los barrios y las ollas en las principales ciudades del país, donde Villavicencio ocupó el primer lugar.

Se habló de las principales como Brisas del Guatiquía, San José, La Salle, Santafé y otrasm se dieron instrucciones al alcalde Juan Guillermo Zuluaga y al coronel Wilson Bravo  con plazos determinados para extinguirlas.

Se divulgaron capturas de siniestros personajes y la muerte de otro tanto de ellos, pero las ollas siguen, mientras sus presuntos jefes están en la cárcel o en el cementerio.

La ola de inseguridad que se respira en Villavicencio al terminar el mandato de Juan Guillermo Zuluaga  es preocupante.

Los mismos dirigentes comunales que fueron aliados de la administración actual, se quejan de la falta de decisión política, por lo menos, en materia de cámaras de seguridad como el caso del barrio El Retiro.

En medio de este panorama gris que proyecta la capital del Meta, llega el cambio en el Gobierno con Wilmar Barbosa y su renovado equipo.

El nuevo alcalde sabe distinguir entre las condiciones que se necesitan en la ciudad para buscar la seguridad y la obligación constitucional  e ineludible de combatir el delito.

Sobre estos dos pilares, Wilmar sabe que se requiere de altas inversiones del municipio para diseñar estrategias.

Una de ellas es la creación de una Alta Consejería para la Seguridad que tiene proyectada. Se presume que trata de una dependencia con todas las herramientas, instrumentos e independencia para retronarle la tranquilidad a los villavicenses.

Lo más seguro es que de la mano con la represión estarán los  programas sociales de reivindicación humana, vida digna, educación, igualdad de derechos y reducir las brechas que existen  entre las clases sociales....LEER NOTICIA COMPLETA.