En aumento dudas sobre las cámaras de seguridad
La instalación de cámaras de seguridad, como se las llama, ha sido motivo de una gran inversión pública, no sólo por el valor propio sino por la construcción del centro de monitoreo, todo el equipamiento interno y la tecnología disponible.
Sin embargo, a la hora de los resultados es poco lo que pudo obtenerse a partir de sus imágenes: muchos casos resonantes que ocurrieron en los últimos tiempos, prácticamente debajo de las cámaras, no han obtenido ninguna ayuda de parte del sistema y no se supo que hayan sido útiles en ningún esclarecimiento, como sí ocurrió con otras instalaciones más precarias que pertenecen a comercios particulares y han servido con carácter probatorio o indiciario.
El caso de la caja fuerte de un estudio contable de la calle Chile, los boqueteros de una casa de repuestos, accidentes callejeros en picadas donde los "competidores" pasaron debajo de las cámaras y no fueron identificados, son algunos pocos ejemplos que vienen rápidamente a la memoria.
Pero ahora, otro caso se suma al cuestionamiento. En la causa del accidente que le costara la vida a Diego Salina, los testigos dieron cuenta que el vehículo que llevaba a remolque el fatídico carro había sufrido otro desprendimiento del remolque en avenida Balloffet y Cangallo. El incidente hizo que se obstruyera el tránsito de la avenida durante unos 20 minutos, un domingo entre las 17 y las 18, con una cámara instalada en Los Filtros y Balloffet, a unos 80 metros de donde ocurrió.
La fiscal que instruye la causa solicitó las imágenes como parte de las pruebas en el proceso judicial, pero estas no aparecen. El padre de la víctima, Segundo Salina, sostuvo que, "pudo ser una prueba contundente y, en este caso, la cámara en ningún momento captó que el auto estuvo detenido por lo menos veinte minutos, y estaba a cincuenta metros. El carro que se desenganchó en la salida de Cangallo, quedó cortando la Balloffet, y según los testimonios, desconozco por qué si el auto estuvo detenido un buen rato cortando el tránsito, la cámara no captó que estaba cortando la avenida".
El caso pone otro interrogante, entonces, sobre la eficacia del sistema. Muchos se han preguntado si realmente graban, y en este caso la respuesta negativa fue asentada en un proceso judicial por homicidio. Lo que era un rumor entre los afectados por hechos de inseguridad, que sospechaban que las cámaras no registran los hechos, se encuentra nuevamente avalado por la realidad.
No se han dado respuestas sobre los motivos de todo esto, pero cotidianamente pueden verse, en diarios y en televisión, imágenes de otros lugares que muestran cómo se esclarecen hechos y se registran peleas, incidentes automovilísticos y demás. Sería deseable que eso ocurra también aquí, donde a la luz de los hechos es más que necesario.
Fuente: diariosanrafael