Al parecer, las cámaras de seguridad fueron instaladas por personas que no tenían los conocimientos necesarios. Los soportes que contienen a los artefactos son de un hierro endeble y cuando sopla el viento se mueven para todos lados. Hubiese sido conveniente que las piezas metálicas que sostienen a las cámaras sean de acero inoxidable o galvanizado, según las normas internacionales.La mayoría de las cámaras fueron mal ubicadas y se dejaron muchos puntos ciegos. Un ejemplo es lo ocurre con la esquina de las calles Laprida y Corrientes, donde la caja de mando del equipo de filmación tapa la visión. Seguramente, el Gobierno pagó muy caro la instalación de estos aparatos. O mejor, lo pagamos todos los ciudadanos".
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FUENTE: www.lagaceta.com.ar