¿Una segunda oportunidad o censura? Es el dilema que gira alrededor del “derecho al olvido”, un concepto dentro de las Tecnologías de la Información que permite a los usuarios exigir a los indexadores de información digital web y a los editores informáticos que retiren referencias y el acceso a información de particulares.
Para autoridades, se trata de un tema obligado en la defensa de la reputación de las personas; para algunas compañías privadas, se trata de “retórica política”, que puede convertirse en casos de censura o control de la información.
José Luis Rodríguez Álvarez, director de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), aseguró que los datos de un individuo, accesibles fácilmente a través de la web, pueden afectar su desarrollo social y ejemplificó: alguien que cometió un delito y ya cumplió su condena “es perseguido por su pasado” porque esta información está disponible con sólo ingresar su nombre en los buscadores.
“No tiene que ver con reescribir la historia y menos aún con una pretendida censura informativa. Se trata de la protección de los derechos de cancelación y oposición en el mundo de Internet”, afirmó Rodríguez Álvarez durante su participación en la 33 Conferencia Internacional de Autoridades de Protección de Datos y Privacidad.
Peter Fleisher, consejero de Privacidad de Google, reviró: “Cuando decimos ‘derecho al olvido’ es retórica política”.
Si bien el representante de Google comentó que este derecho es un factor importante en el avance de la protección de los datos personales, también se corre el riesgo de convertirlo en un arma de censura, sobre todo cuando se le pide a un motor de búsqueda eliminar una pieza de periodismo donde se hace referencia a un tercero.
“Es pedir eliminar contenido de alguien más. El editor debe considerar no publicar información de un tercero, pero son los periódicos los que toman la decisión de publicar ese contenido”, afirmó.
FUENTE: eleconomista.com.mx