Es el tipo de detector más sencillo que hay, pero a la vez efectivo. Se trata de un dispositivo de dos partes:
Un reed switch es un elemento que consta de una capsula de vidrio conteniendo un par de contactos metálicos en su interior y un par de terminales que permiten acceder a conectar dichos contactos. Estos contactos normalmente están eléctricamente aislados el uno del otro. Cuando un campo magnético de la magnitud adecuada se acerca, estos contactos se cierran. Existen reed switches NA, NC y combinado (C, NA y NC).
Este elemento viene en diferentes tipos de encapsulados que según la forma que tenga y los materiales con que esté construido, define el tipo de detector magnético: de aplicación exterior, embebido, para portones o rejas, puertas blindadas, precableados, etc.
El encapsulado con imán es simplemente un material magnetizado (generalmente alnico 5 (aleación formada principalmente de cobalto, aluminio y níquel, aunque también puede contener hierro, cobre y en ocasiones titanio) que se instala en la parte móvil de la abertura (puerta, ventana, portón, etc.)
El encapsulado con el reed switch se instala en el marco de la abertura de modo que cuando esta última este cerrada, el imán este lo suficientemente cerca del reed switch como para mantener cerrados los contactos. Cuando la puerta (ventana, portón, etc.) se abra, el campo magnético del imán cesará de accionar sobre el reed abriendo sus contactos, que al estar conectados a una zona del panel de alarma, informa existencia de un evento de apertura en esa zona.
Según la clasificación vista anteriormente, este dispositivo se considera pasivo, ya que no requiere alimentación para funcionar, solo se conectan sus terminales a la zona de protección.
Este tipo de sensor de movimiento utiliza dos tecnologías distintas de detección, de modo que solo dará condición de alarma si ambas tecnologías detectan simultáneamente.
Normalmente, estas dos tecnologías son: infrarrojo pasivo y microondas. Los sensores de microondas poseen una antena que transmite al ambiente una radiación de ondas, de una frecuencia comprendida dentro del espectro de las microondas.
Las ondas son recibidas por el dispositivo y a continuación verifica que se mantengan estables los parámetros de la onda recibida. Si un intruso entra al ambiente, las ondas se verán reflejadas en él y llegaran al dispositivo con un desfase de frecuencia (efecto doppler), entonces el sensor dará condición de alarma.
Ambos tipos de tecnologia de detección están contenidas en el mismo equipo, de tal forma, que el relé de salida se active solamente si ambos dispositivos dieron condición de alarma.
Los detectores PIR (Passive Infrared) o Pasivo Infrarrojo, reaccionan sólo ante determinadas fuentes de energía tales como el calor del cuerpo humano o animales. Básicamente reciben la variación de las radiaciones infrarrojas del medio ambiente que cubre. Es llamado pasivo debido a que no emite radiaciones, sino que las recibe. Estos captan la presencia detectando la diferencia entre el calor emitido por el cuerpo humano y el espacio alrededor.
Su componente principal es el sensor piroeléctrico. Se trata de un componente electrónico diseñado para detectar cambios en la radiación infrarroja recibida. Generalmente dentro de su encapsulado incorporan un transistor de efecto de campo que amplifica la señal eléctrica que genera cuando se produce dicha variación de radiación recibida.
La información infrarroja llega al sensor piroeléctrico a través de una lente de fressnell que divide el área protegida en sectores. Se distribuyen lentes con diferentes características: gran angular, cortina, corredor, antimascotas, etc.
La señal eléctrica que genera el sensor piroeléctrico cuando detecta un cambio es procesada por un circuito electrónico de control que activará un relé en el caso que la señal tenga ciertas características (amplitud, frecuencia, duración, etc)
Todos los componentes deben cumplir los estándares EN-50131/PD6662 y estos a su vez deben tener asignado un grado de seguridad, que debe estar impreso en el producto, en la etiqueta o en la documentación de soporte.
El grado general de un sistema de alarma es el grado del componente con el menor grado en el sistema. Los grados están definidos de la siguiente manera:
La Orden Ministerial INT-316-2011 que regula el funcionamiento de los sistemas de alarma determina que las Instalaciones previas al 18 de agosto de 2011 disponen de 10 años para adecuar las características técnicas y graduación de los sistemas, de forma que no es necesario cambiar el sistema de seguridad, salvo que no tenga mínimo 3 detectores que puedan enviar señales diferentes la Central Receptora de Alarmas, no pudiendo contactar con la policía. Las instalaciones de establecimientos que deban cumplir grado 3 tendrán una moratoria de 2 años para la adecuación de las medidas de seguridad.
Será de aplicación inmediata, esta Orden, a las Instalaciones posteriores al 18 de agosto de 2011, que deberán cumplir con esta Normativa.
Solo puede ejerecer la instalación de alarmas y mantener un sistema de alarma conectado a una C.R.A. una empresa de seguridad que este homologada.
La empresa de seguridad debe elaborar y entregar al usuario un proyecto de la instalación y un documento final donde se certifique que la instalación cumple con las normativas y grados de seguridad. Los sistemas de alarma deben tener suscrito obligatoriamente un contrato de mantenimiento con revisiones periódicas.
Las revisiones podrán ser presenciales o bidireccionales, si el sistema de alarma técnicamente lo permite, mediante comprobaciones automáticas y remotas por módem desde la C.R.A. En el proyecto se debe definir el número de revisiones presenciales y bidireccionales a realizar, en función a las características del riesgo a proteger. El número de visitas presenciales no debe ser inferior a una al año. La empresa de seguridad debe dejar constancia de las comprobaciones realizadas.
La Central Receptora de Alarmas tiene varios medios para comprobar las alarmas:
Mediante los disparos de los diferentes detectores que componen el sistema de alarma. Para poder dar aviso directo a la policia hace falta que salten 3 de estos dispositivos en un tiempo de 30 minutos.
Instalando cámaras de seguridad y asignandoles la zona donde este montado el detector del sistema de alarma a la (C.R.A.).
Las revisiones podrán ser presenciales o bidireccionales, si el sistema de alarma técnicamente lo permite, mediante comprobaciones automáticas y remotas por módem desde la C.R.A. En el proyecto se debe definir el número de revisiones presenciales y bidireccionales a realizar, en función a las características del riesgo a proteger. El número de visitas presenciales no debe ser inferior a una al año. La empresa de seguridad debe dejar constancia de las comprobaciones realizadas.
Las actuaciones complementarias se basan en una llamada telefónica al numero o numeros asignados en la instalación y solicitud de la palabra clave si el usuario indica que se trata de una falsa alarma. Se podrá avisar a las Fuerzas de Seguridad cuando se haya cumplido con alguno de los requisitos de los procedimientos de verificación existentes en la instalación:
En establecimientos obligados a grado 3 o 4, tales como joyerías, bancos o infraestructuras críticas, bastará para considerar alarma confirmada por verificación secuencial, tres disparos consecutivos en menos de 30 minutos de 2 detectores distintos.
Si la alarma posse mas de una vía de comunicación la C.R.A. considerara que hay alarma cuando:
Algunos detectores y en muchos casos la misma central de control incorpora un par de terminales llamados Tamper. Estos son los terminales del anti-sabotaje. Estos dispositivos contienen un switch que cuando alguien intenta quitar la cubierta del detector o en el caso del panel intenta abrir la tapa de la caja frontal, se abren dando condición de alarma. Estos contactos deben ser conectados a una zona de 24 horas del panel de control y es recomendable usarlos para evitar sabotajes del sistema cuando está desactivado.
Los switches tamper se pueden encontrar en diferentes dispositivos electrónicos, como detectores de movimiento, centrales de alarma, paneles de detección de incendio, controles de acceso, sirenas, cámaras, etc.
Es la que lleva las operaciones de un sistema de alarma, cumple la función de recibir las señales de los sensores periféricos, para proporcionar una salida de alerta (que puede ser o no audible) y una comunicación a los sistemas de vigilancia, además puede activar salida a otros dispositivos auxiliares. Requiere de dispositivos adicionales para su operación inicial, como son batería y tranformador, encargados de suministrar el voltaje y corriente adecuados para su operación, además de proveer un backup en casos de corte de energía.
Algunas de sus características son: