A la hora 1:30 aproximadamente el personal a cargo del monitoreo del sistema de cámaras de seguridad instalado en nuestra ciudad, advirtió en al esquina de la calle Lavalle y la mencionada avenida la presencia de dos sujetos quienes se encontraban merodeando en actitud sospechosa.
De inmediato se dispuso la partida de un móvil y un efectivo motorizado hacia ese lugar. Al advertir la presencia policial los sujetos intentaron darse a la fuga, pero fueron retenidos por los uniformados, que procedieron a trasladarlos a la sede de la Brigada de Investigaciones donde fueron identificados y requisados, encontrando en poder de ellos una barra de hierro, permaneciendo detenidos a disposición de los requerimientos de la justicia.
Los delincuentes de Villavicencio tendrán en las cámaras de seguridad un elemento disuasivo o al menos quedarán registrados cuando estén cometiendo sus fechorías.
La Policía y la Alcaldía han anunciado que para octubre entrarán, ahora sí, a funcionar las 98 cámaras de seguridad con las que esperan tener la principal herramienta para judicializar a los delincuentes.
Pero además de las características físicas de estos equipos, que tienen un alcance de 300 metros y funcionan para monitorear 360 grados alrededor de su eje, lo que realmente hará importante la llegada de las cámaras será el nuevo centro de monitoreo.
El coronel Javier Vivas, comandante de la Policía Metropolitana, aspira a que al finalizar este mes se encuentre prácticamente terminado dicho centro.
"Se va a ampliar y mejorar tecnológicamente. Antes estaba diseñado para 40 cámaras con un sistema que ya era obsoleto. Ahora habrá más pantallas para monitorear mayor número de cámaras al mismo tiempo en diferentes sectores de la ciudad", explicó el oficial de la Policía.
Con el nuevo sistema, un monitor permitirá en promedio tener cuatro cámaras en pantalla y habrá cuatro monitores, es decir al mismo tiempo se podrán observar 16 diferentes puntos de la ciudad.
"Este sistema que se implementa permite priorizar las cámaras y no quedaron fijas a una pared, como antes, sino que van en un domo articuladas por un brazo, con un sistema de visualización nocturna perfecta", indicó el coronel Vivas.
El contrato lo ejecutan el Fondo Rotatorio de la Policía y la Alcaldía.
La Dirección de la Policía Municipal de Mérida sostiene que las 47 cámaras que se instalaron en diferentes puntos de los mercados San Benito y Lucas de Gálvez han contribuido a disminuir en gran medida los actos delictivos que se cometían en esas zonas por falta de vigilancia policiaca.
El nuevo titular de esa corporación, Mario Arturo Romero Escalante, indicó que las cámaras fueron instaladas de manera estratégica lo que permite intervenir ante la menor sospecha de que exista un ilícito que en muchas ocasiones es reportado por los mismos locatarios. "Ha disminuido el índice de robos, hemos levantado a mucha gente que está ingiriendo alcohol y que después comete algún hurto o provoca algún pleito o comete una agresión", explicó.
Romero Escalante dijo que la ubicación de las cámaras, que vigilan las zonas de mayor fluidez peatonal, se determinó a través de un estudio.
Ante la queja de los locatarios por el retiro de los elementos de seguridad privada que se encargaban de la vigilancia en esos sitios, Romero Escalante aseguró que la PMM, continuará con los rondines para resguardar la seguridad de la zona.
También informó que ya se arregló el problema de las cuatro cámaras de seguridad que se habían averiado y que actualmente todas se encuentran en funcionamiento.
Vigilancia en el Grito
Por otro lado, con el motivo de los festejos del 202 aniversario del Grito de Independencia, la PMM cerró el paso vehicular de la calle 60 con 61 desde la medianoche del viernes con el fin de que se puedan instalar las tarimas donde se presentarán los grupos musicales que amenizarán los festejos patrios.
Asimismo, indicó que a partir de las 2 de la tarde de este sábado se procederá a cerrar las calles aledañas a la Plaza Grande. "A las 4 ó 5 de la tarde quedará totalmente cerrado el acceso al paso vehicular", indicó el jefe policíaco.
Informó que los accesos permanecerán cerrados hasta después del desfile de mañana. Para este operativo, se contemplan cerca de 300 elementos que resguardarán la vigilancia de los meridanos.
Las noticias suelen repetirse con llamativa frecuencia. Y no se trata de un fenómeno antojadizo, pues para las grandes problemáticas difícilmente aparezcan soluciones mágicas y definitivas que logren extinguirlas y convertirlas en historia.
La inseguridad representa uno de esos flagelos que permanecen latentes, más allá de los esfuerzos que la sociedad o el gobierno puedan realizar para enfrentarla.
El jueves 22 de setiembre del año pasado, El Litoral titulaba en su primera plana: “Comerciantes piden por mayor seguridad”.
Ese mismo día, se confirmaba que serían recibidos por el entonces ministro de Seguridad de la Provincia, Alvaro Gaviola. “Así no se puede seguir”, advertían los representantes de las asociaciones que nuclean al comercio de las principales avenidas de la ciudad de Santa Fe. Poco antes, en Av. López y Planes, se habían producido cuatro asaltos en apenas una semana y en un radio de sólo 300 metros.
Un año después, la historia y las noticias se repiten. El título de tapa de El Litoral del pasado sábado fue: “Reclamo por más seguridad”. Así como un año antes habían sido los comerciantes de las principales avenidas quienes pedían respuestas al gobierno, en esta ocasión fueron los propietarios de comercios y los vecinos de calle Suipacha. Es decir, pleno macrocentro de la ciudad.
Mediante una carta elevada a las autoridades provinciales y municipales, denunciaron constantes casos de asaltos a mano armada, en la calle y en los locales comerciales, de noche y a plena luz del día. También el robo de automóviles y de motos; y asaltos a viviendas particulares de la zona.
Como un año antes lo habían hecho los comerciantes de las principales avenidas, reclamaron mayor patrullaje policial y la colocación cámaras de seguridad.
Cuando en setiembre de 2009 la Municipalidad de Santa Fe lanzó la propuesta de instalar un sistema de monitoreo urbano mediante cámaras de seguridad en el microcentro, la idea generó algunas dudas y resquemores. Sin embargo, el paso del tiempo confirmó las virtudes del sistema. Tanto fue así, que en estos momentos se multiplican los pedidos de vecinos y comerciantes para que el monitoreo sea extendido a otros puntos de la ciudad.
En este contexto, el gobierno provincial acaba de anunciar la instalación de 200 cámaras que se sumarán a las que ya están en funcionamiento. Las mismas serán colocadas en los ingresos de la ciudad, en las principales avenidas comerciales y también en puntos neurálgicos del área metropolitana.
La inversión será de 40 millones de pesos -a las 200 cámaras de Santa Fe se sumarán otras 400 en el Gran Rosario- y se espera que el sistema esté funcionando en ocho meses.
Si bien habrá que aguardar para sacar conclusiones contundentes, la experiencia indica que estos monitoreos resultan efectivos para prevenir delitos. Por ese motivo, la decisión del gobierno parece adecuada y responde a los pedidos de quienes, con toda lógica, reclaman mayores medidas de prevención.
Asaltos a mano armada, en la calle y en los locales comerciales, de noche y a plena luz del día, robo de vehículos y de motos, casas desvalijadas. Éstos son algunos de los delitos que denunciaron públicamente los vecinos y comerciantes de calle Suipacha entre San Martín y Rivadavia, a través de una carta a las autoridades provinciales y municipales.
“En dos años, nos rompieron tres veces el vidrio y una vez entraron al local, mientras estaba atendiendo, un hombre a mano armada”, relató Pochi Santacruz, dueña de un local de ropa en Suipacha y San Martín. En tanto, a su esposo, le arrebataron el celular en esa misma esquina, un sábado a la tarde.
A pocos metros hay una panadería, donde recuerdan el último robo de este año: “Era el mediodía y entró un muchacho, sacó una navaja y nos amenazó”, contó una empleada, al tiempo que remarcó que “hace un tiempo había patrullajes, pero ahora hace por lo menos dos meses que no se ve la policía”.
La zona comprendida entre Suipacha y Junín y San Martín y Rivadavia es muy transitada durante todo el día, y hasta la noche, debido a que concentra varios negocios comerciales, clínicas, sanatorios y también edificios particulares.
Una empleada de una clínica médica en Rivadavia y Suipacha comentó que el año pasado sufrieron varios robos, con la sala de espera llena de pacientes.
Guardia Amadita trabaja en la farmacia Acosta, que está abierta las 24 horas. Por esta razón, y ante los reiterados robos de “mecheras”, pusieron un guardia en el local. Consultada acerca de la presencia policial, comentó: “Se ve muy poco, a veces pasa un patrullero, pero sería fundamental el policía caminante, sobre todo a la tardecita y a la noche”.
Debido a la cantidad de asaltos que se cometen en la zona, el dueño de la farmacia Bordignon aumentó las medidas de seguridad. “Tomamos todas las medidas del caso: tenemos rejas, cámaras y alarmas; además acá trabajamos todos hombres. Es distinto en otros locales, donde a veces queda sólo una mujer atendiendo. De todas formas, nadie está exento”, comentó Efraín y reconoció que más de una vez han visto “arrebatos en la esquina de 25 de Mayo y Suipacha”.
Reclamos
En la carta dirigida al gobernador, intendente, ministro de seguridad y a la policía, más de 40 vecinos expresaron su “gran preocupación y enérgico repudio ante la cantidad de hechos delictivos acontecidos ininterrumpidamente en toda esta zona desde hace mucho tiempo”.
La misiva denuncia la realidad que viven diariamente: “Parece una ‘zona liberada’, ya que se suceden los hechos y las fuerzas de seguridad aparecen luego de cometidos los ilícitos para labrar actas y demás trámites administrativos irrelevantes. Antes de los hechos, nadie hace presencia, nadie hace prevención, nadie custodia, nadie patrulla, es una zona librada totalmente al azar”.
En este contexto, reclamaron “un patrullaje permanente en la zona con móvil o a pie” y “la colocación de tres cámaras de seguridad en Suipacha y San Martín, Suipacha y 25 de Mayo y Suipacha y Rivadavia, con lo cual se cubriría toda la zona que se encuentra expuesta, desprotegida y librada a su suerte”.